El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó ayer que no planea cooperar en la investigación sobre un juicio político abierta en su contra en el Congreso y que por tanto podría ignorar las peticiones de la oposición demócrata, al opinar que es un proceso «ilegítimo» y que «viola la Constitución». El abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, envió en nombre de Trump una carta a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, en la que explica su posición ante la pesquisa sobre las presiones del mandatario a Ucrania para que investigara a uno de sus rivales políticos, el exvicepresidente Joe Biden. «Dado que su investigación carece de cualquier base constitucional legítima, de cualquier pretensión de justicia o siquiera las protecciones de debido proceso más elementales, no se puede esperar que la rama ejecutiva participe en ella», escribió Cipollone en su carta. «El presidente Trump no puede permitir que su Gobierno participe en esta investigación partidista bajo estas circunstancias», agregó. La carta podría dar munición a algunos miembros de la oposición demócrata que han insinuado que podrían someter a Trump a un juicio político no ya por sus presiones a Ucrania, sino por no dejarles investigar adecuadamente este tema, al considerar como obstrucción a la Justicia la falta de cooperación de la Casa Blanca. Además, la misiva se hizo pública horas después de que Trump bloqueara la comparecencia ante varios comités de la Cámara Baja de uno de los testigos centrales en la investigación sobre Ucrania, el embajador estadounidense ante la Unión Europea (UE), Gordon Sondland. Cipollone confirmaba así que esa medida no será algo aislado y que la Casa Blanca no planea cooperar a partir de ahora con los investigadores, una postura que ya dejó entrever el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, al asegurar hoy que no piensa comparecer ante los comités liderados por demócratas que encabezan la pesquisa. El argumento de la Casa Blanca para cerrarse en banda a las peticiones demócratas consiste en que la investigación se ha abierto sin votar antes sobre el tema en el pleno de la Cámara Baja, y que a Trump se le han negado garantías de «debido proceso» al no permitirle «convocar testigos» e influir en la pesquisa. «(Esta investigación) viola la Constitución, la legalidad y todos los precedentes del pasado», indicó Cipollone, quien advirtió de que la Cámara Baja está entrando en un «camino peligroso» con el objetivo de «darle la vuelta a los resultados de las elecciones de 2016 y privar al pueblo estadounidense del presidente que ha elegido». El representante de la Casa Blanca se mostró abierto a cambiar de postura si los demócratas cambian los «parámetros» de la investigación, pero evitó definir una condición clara que llevaría a Trump a empezar a cooperar con el Congreso. Cipollone también dirigió la carta a los presidentes de los comités más implicados en la investigación contra Trump, los de Inteligencia, Asuntos Exteriores y Supervisión de la Cámara Baja, liderados respectivamente por los demócratas Adam Schiff, Eliot Engel y Elijah Cummings.