El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó ayer, miércoles, la declaración de emergencia y ordenó el envío de asistencia para complementar la ayuda local en respuesta al grave terremoto que ha sufrido Puerto Rico, que ha sido el peor de su historia reciente, anunció la Casa Blanca.
“La acción del presidente autoriza al Departamento de Seguridad Nacional, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en sus siglas en inglés), coordinar todos los esfuerzos con el fin de aliviar la dificultad y sufrimiento causado por la emergencia sobre la población local y proveer la asistencia apropiada”, explicó el Gobierno en un comunicado.
Este anuncio supone que la FEMA está autorizada a identificar y movilizar el equipo y recursos necesarios para aliviar la situación de emergencia que sufre el país desde el inicio de la actividad sísmica en la isla el pasado 28 de diciembre, unas acciones que serán financiadas al 75 % por fondos federales.
Puerto Rico sufrió este martes el peor terremoto de su historia reciente, un sismo de magnitud 6,4, seguido por otro de 5,8, que se saldó con un muerto, decenas de viviendas derrumbadas y un apagón que dejó sin electricidad prácticamente a la totalidad de la isla.
Pete Gaynor, el administrador interino de la FEMA, nombró a Alexis Amparo como coordinador del trabajo de asistencia federal en las regiones afectadas de Puerto Rico.
La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, ya había adelantado en su cuenta de Twitter que ya se le había notificado la decisión de Trump de declarar el estado de emergencia, con el fin de paliar los daños , todavía por cuantificar. “Recibí una llamada del administrador interino de Fema, Pete Gaynor, para notificarme que el presidente Donald Trump había firmado nuestra solicitud de Declaración de Emergencia para Puerto Rico”, indicó Vázquez. Cerca de medio millón de abonados han recuperado ya el servicio eléctrico.