El chavismo se deslindó de la pugna entre Juan Guaidó y Luis Parra por el control del opositor Parlamento de Venezuela, pese a apoyar en la Cámara al rival de Guaidó, y prometió prontas elecciones legislativas.
Diosdado Cabello, presidente de la oficialista Asamblea Constituyente, que rige como «suprapoder» en el país caribeño, calificó de «triste espectáculo» la «pelea» entre Guaidó y Parra, un legislador que después de ser acusado de corrupción rompió con el líder opositor a principios de diciembre.
«Es una pelea entre ellos», dijo en el Palacio Legislativo, en Caracas.
El martes, Guaidó y diputados opositores forzaron la entrada al hemiciclo frente a militares que bloqueaban las puertas. Ya en la Cámara, el dirigente juró cumplir los deberes de «presidente encargado» de Venezuela tras ser ratificado como jefe del Congreso por un centenar de legisladores aliados.
Desde ese cargo, Guaidó reclamó hace un año la presidencia interina con reconocimiento de medio centenar de países, encabezados por Estados Unidos, después de que la mayoría opositora legislativa declarara «usurpador» al gobernante socialista Nicolás Maduro, acusándole de haber sido reelegido fraudulentamente.
El chavismo busca explotar fracturas opositoras, pero la proclamación de Parra reagrupó alrededor de Guaidó a grupos críticos.
Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos, cree la oposición podría «repotenciar distintos flancos: apoyo internacional, oportunidad de unificarse y rescatar la energía de la gente», que venía apagándose con la resistencia de Maduro en el poder.
Pero la consultora Eurasia Group prevé que el oficialismo aprovechará para aumentar «la persecución», con decenas de dirigentes opositores presos o exiliados, y «avanzar» hacia elecciones de la unicameral Asamblea Nacional «en sus propios términos».
– Votaciones a la vista –
Luis Parra, cuyo nombre fue vinculado por la web de investigación periodística Armando.Info con casos de corrupción en importaciones de alimentos del gobierno de Maduro, se proclamó el domingo como presidente del Parlamento aupado por diputados del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Ese día, Guaidó y otros congresistas opositores se quedaron fuera del Palacio Legislativo entre piquetes militares y policiales, por lo que el líder opositor convocó a una sesión en la sede de un medio de comunicación, El Nacional, y allí fue ratificado por 100 legisladores.
Maduro reconoció a Parra de inmediato.
El mandatario había desconocido todas las directivas del Parlamento desde 2016, cuando la oposición tomó el control de ese poder tras ganar 112 escaños de 167 posibles en diciembre de 2015. El Tribunal Supremo declaró al Congreso en desacato y sus funciones fueron asumidas, de facto, por la Constituyente.
En 2020, último año de la actual legislatura, corresponden nuevas elecciones.
Cabello dijo que la Constituyente tomará «las decisiones que tenga que tomar» y prometió, sin asomar fechas, llamar pronto a las urnas.
Guaidó insiste en elecciones presidenciales sin Maduro. La oposición boicoteó los comicios de 2018, en los que el mandatario fue reelecto, alegando falta de condiciones.
«Las presidenciales tienen una probabilidad muy baja (…). Condicionar todo a esas elecciones es un error, porque estás cerrando una puerta que se va a abrir» con las legislativas, comentó Seijas a la AFP.
Parra propone «normalizar» relaciones entre poderes públicos y «superar el desacato».
– Sanciones y protestas –
Estados Unidos evalúa sanciones contra diputados, alegando que aceptaron sobornos, adelantó este miércoles a periodistas un funcionario del gobierno de Donald Trump: «Hay personas (…), que pueden haber aparecido en el radar por primera vez» que «toman dinero de personas que ya están sancionadas».
La Casa Blanca había advertido que actuará si Guaidó es arrestado en la escalada, y la OEA anunció que debatirá el viernes una resolución para condenar «el uso de la fuerza» contra la oposición parlamentaria.
Tras renovar juramento como «presidente encargado» con ratificado apoyo de Washington, la Unión Europea y el Grupo de Lima, Guaidó convocó a «actividades de calle» esta semana (jueves, viernes y sábado) y a una manifestación hacia el Palacio Legislativo el próximo martes.
El opositor intenta recuperar poder de convocatoria, pues le ha sido imposible reeditar en los últimos meses las multitudinarias protestas de principios de 2019.
Tras fracasar sus intentos de deponer a Maduro en 2019, su popularidad, que llegó a 63%, cayó a 38,9% en diciembre, según la encuestadora Datanálisis.
Maduro, en tanto, convocó para el 15 y el 16 de febrero ejercicios militares, llamando a «estar listos» para «reventarle los dientes al imperialismo» en caso de agresiones.