Naciones Unidas advirtió ayer que los asesinatos de excombatientes de las FARC y de activistas hacen tambalear el proceso de paz en Colombia y que el reciente intento de atentado contra el presidente del partido político de la disuelta guerrilla Rodrigo Londoño, alias Timochenko, demuestra riesgos que enfrentan exguerrilleros.
El enviado de la ONU para Colombia, Carlos Ruiz Massieu, dijo en reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que la violencia de los grupos armados en zonas rurales como Chocó, Cauca o Nariño ha provocado incidentes preocupantes. Destacó, entre otras cosas, la ocupación de territorios por parte del grupo armado ilegal Autodefensas Gaitanistas de Colombia y las actividades ilícitas de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El domingo las autoridades colombianas anunciaron que la policía descubrió un intento de asesinato contra Timochenko. Ruiz Massieu destacó ayer la importancia “crucial” de garantizar la seguridad de los excombatientes que renunciaron a las armas y quieren reintegrarse a la sociedad.
“Los que llevan a cabo ataques contra líderes sociales y excombatientes deben ser llevados ante la justicia, incluidos autores intelectuales y materiales, y más medidas efectivas siguen siendo imperativas para proteger a estos individuos y sus comunidades”, dijo el funcionario de Naciones Unidas.