Cientos de hondureños bloquearon calles este martes en reclamo de alimento, ante el toque de queda ordenado por el gobierno para aislar a la población por el avance del nuevo coronavirus, que deja 30 contagios en el país.
«Queremos comida, comida», gritaba un hombre que se identificó como conductor del transporte urbano, durante el bloqueo de la salida al norte de Tegucigalpa.
Los manifestantes usaron piedras, palos y hogueras de neumáticos para bloquear una de las vías normalmente más transitadas de la capital, pero que este martes tenía poco tráfico a causa del toque de queda decretado por el COVID-19.
«La toma es porque no aguantamos el hambre ya, tenemos hijos, y aquí no ha venido nadie que nos traiga comida», declaró el transportista a periodistas. «Tenemos necesidad de trabajar», reclamó.
Otros pobladores también bloquearon calles en los barrios El Chile, La Laguna y otras zonas también en demanda de alimentos.
El gobierno de Juan Orlando Hernández decretó el 16 de marzo «toque de queda a nivel nacional y absoluto» para obligar a la gente a permanecer en sus casas y evitar la propagación del virus.
Policías y militares acordonaron la zona de la protesta y la colonia Abraham Lincoln, donde se registró el primer contagio.
Hernández anunció el viernes en cadena de radio y televisión que a partir de este miércoles suministrará «alimentos básicos por 30 días a 800.000 familias, a las más afectadas».
El toque de queda, acompañado de la suspensión de garantías constitucionales, como la libertad de locomoción, tiene a Honduras virtualmente paralizada, aunque el gobierno anunció la apertura parcial de farmacias, gasolineras y pulperías.
Pese a las prohibiciones, mucha gente se volcó a los mercados para tratar de vender y comprar alimentos.