El alcalde de Nueva York dio a conocer ayer un nuevo grupo de objetivos que ayudarán a determinar cuándo se aflojan las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus. Pero su frecuente rival político el gobernador Andrew Cuomo dijo más tarde que le corresponde al estado — no la municipalidad — tomar esas decisiones.
“Ningún funcionario local puede abrir ni cerrar”, dijo Cuomo, haciendo notar que el estado ha establecido su propio grupo de parámetros para medir la seguridad de reapertura.
“Dijimos desde el inicio que iba a haber un estándar basado en los datos. No en política. Lo que es seguro es seguro”, dijo el gobernador.
Las oficinas de ambos demócratas han estado diciendo que la ciudad, entre las más azotadas en el mundo por el virus, se encamina a comenzar su reapertura en la primera mitad de junio.
De Blasio dijo el viernes que para poder entrar en la primera fase de la reapertura, incluyendo la manufactura y el comercio minorista con recogida en las aceras, la ciudad tendrá que estar por debajo del umbral para tres cosas: el número diario de personas hospitalizadas por sospechas de COVID-19, el número total de pacientes en cuidados intensivos en hospitales públicos y el porcentaje de personas que dan positivo por el virus.
“Si lo hacemos bien, si la gente se adhiere al plan, entraremos en la Fase 1 en la primera o la segunda semana de junio”, dijo el alcalde.
De Blasio había dicho previamente que los tres parámetros tendrían que estar en baja simultáneamente por entre 10 y 14 días para que se reabriese la ciudad.
“Los cambios diarios, los altibajos pequeños, importan menos”, dijo al explicar el nuevo criterio de reapertura. “Lo que importa más ahora es mantenerse en un nivel bajo y quedarse así, de maneras que vamos a hablar de umbrales ahora”.
Los estándares de Cuomo, aplicables a todo el estado, se basan en mediciones que incluyen si una región ha tenido una declinación general del número de hospitalizaciones y la disponibilidad de camas en los hospitales.