El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió este lunes enviar a fuerzas de seguridad federales a grandes ciudades gobernadas por la oposición demócrata, como Chicago y Nueva York, tras el controvertido despliegue de esos agentes en Portland, en el noroeste del país.
Vamos a tener más fuerzas de seguridad federales. En Portland han hecho un trabajo fantástico», declaró el presidente a la prensa, al margen de un encuentro con congresistas en la Casa Blanca. «En tres días han puesto a un montón de anarquistas en la cárcel», añadió.
Agentes federales fueron desplegados la semana pasada en esa ciudad de Oregón para detener protestas contra la violencia policial y el racismo, marcadas por episodios violentos.
Pero las autoridades locales, demócratas, pidieron la salida de esas fuerzas federales al considerar que empeoran la situación en lugar de resolver los problemas.
Trump, que apuesta por la firmeza ante las protestas para lograr un segundo mandato en las presidenciales del 3 de noviembre, acusa a las autoridades de Portland de laxismo y promete extender la misma receta a otras ciudades.
«No vamos a abandonar a Nueva York, Chicago, Filadelfia, Detroit y Baltimore», declaró, acusando a los demócratas que dirigen esas ciudades de ser miembros de la «izquierda radical».
El multimillonario republicano dijo que la situación de Chicago, donde los tiroteos aumentaron en las últimas semanas, «es peor que en Afganistán», un país devastado por décadas de guerra.
Según Trump, si su rival demócrata para las presidenciales, Joe Biden, llega a la Casa Blanca, esa situación se extenderá al conjunto de Estados Unidos. «¡El país iría al infierno!», dijo.
Gretchen Whitmer, la gobernadora de Michigan, donde se sitúa Detroit, denunció «una retórica odiosa» por parte del
No hay ningún motivo para que el presidente envíe tropas federales en una ciudad donde la gente pide reformas pacífica y respetuosamente», dijo la gobernadora en un comunicado.
Desde la muerte de George Floyd, un ciudadano negro asfixiado por un policía blanco el 25 de mayo en Minneapolis, Estados Unidos ha vivido una ola de protestas sin precedentes desde el movimiento de lucha por los derechos cívicos de los años 1960.
Aunque la movilización ha ido disminuyendo, varias ciudades siguen siendo escenario de manifestaciones esporádicas, donde en ocasiones se han producido disturbios.