Estados Unidos llegó este jueves a 5,244,238 casos confirmados de COVID-19 y a 167,029 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20:00 hora local (00:00 GMT del viernes) es de 52,549 contagios más que el miércoles y de 1,120 nuevas muertes.
Pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con 32,805, más que en Francia o España.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23,610 personas.
A Nueva York le siguen en número de fallecidos la vecina Nueva Jersey con 15,893, California con 10,813, Texas con 9,771 y Florida con 8,913.
Otros estados con un gran número de muertos son Massachusetts con 8,751, Illinois con 7,904, Pensilvania con 7,395 y Michigan con 6.554.
En cuanto a contagios, California suma 594,810, le sigue Florida con 557,137, tercero es Texas con 530,639 y Nueva York es cuarto con 423,440.
El balance provisional de fallecidos -167,029- ha superado ya con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100,000 y 240,000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50,000 y los 60,000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110,000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre Estados Unidos habrá superado los 250,000 fallecidos y para el 1 de diciembre los 295,000.