El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, ha condenado este domingo la muerte un simpatizante de la ultraderecha estadounidense durante los últimos altercados en Portland, en el marco de las protestas por la violencia racial, y ha acusado al presidente, Donald Trump, de «avivar las llamas del odio» con fines electoralistas.
«Condeno la violencia de todo tipo por parte de cualquiera, ya sea de izquierda o de derecha», ha manifestado Biden a través de un comunicado en el que también ha calificado de «inaceptables» los episodios de violencia que se vivieron en las calles de Portland, en el estado de Oregon, el fin de semana.
Un hombre vinculado a un grupo de extrema derecha llamado Patriot Prayer fue asesinado de un disparo el sábado por la noche durante los enfrentamientos que se registraron entre algunos partidarios del presidente Trump y manifestantes del movimiento Black Lives Matter.
«Desafío a Donald Trump a que haga lo mismo. No importa si encuentra aborrecibles las opiniones políticas de sus oponentes, cualquier pérdida de vidas es una tragedia», ha dicho Biden.
A su vez, Biden también ha acusado al presidente Trump de «avivar las llamas del odio» en Estados Unidos y de «utilizar la política del miedo para azuzar a sus partidarios», ya que «puede pensar que la guerra» en las calles «es buena para sus posibilidades de reelección».
«La temperatura en el país es más alta, las tensiones son más fuertes, las divisiones son más profundas», ha subrayado.
«Está fomentando de manera imprudente la violencia. Puede creer que tuitear sobre la ley y el orden le hace fuerte», pero (…) demuestra lo débil que es», ha insistido Biden, en relación a los últimos mensajes de Trump en redes sociales.
Uno de ellos es el que hace referencia al alcalde demócrata de Portland, Ted Wheeler, a quien Trump ha calificado en las últimas horas como «loco de izquierda» y «estúpido», al mismo tiempo que le ha acusado de «no hacer nada», pese a «presenciar una gran muerte y la destrucción de la ciudad».
Portland se ha convertido en uno de los últimos grandes focos de las manifestaciones contra la brutalidad policial, después de que un seguidor de la ultraderecha muriese tras recibir un disparo en el pecho la noche del sábado.
La víctima acudió junto a varias decenas de personas del grupo Patriot Prayer a las protestas que se estaba produciendo por el último episodio de violencia racial sucedido en Estados Unidos y que tiene al joven Jacob Blake hospitalizado tras recibir por parte de la Policía siete disparos en la espalda y a otras dos personas fallecidas a manos de un supremacista blanco de 17 años que disparó en una manifestación previa.
La muerte de George Floyd tras pasarse casi nueve minutos con su cuello aprisionado por la rodilla del agente de Policía Derek Chauvin el pasado 25 de mayo desató protestas y disturbios en las principales ciudades de Estados Unidos, en un movimiento que ha ido creciendo y se ha expandido en todo el mundo en contra del racismo.