Declarando “el amanecer de un nuevo Medio Oriente”, el presidente Donald Trump encabezó el martes la firma de históricos pactos diplomáticos entre Israel y dos naciones árabes, que se espera que conduzcan a un reordenamiento de la región y proyecten al mandatario como un pacificador en el punto álgido de su campaña por la reelección.
Cientos de personas se reunieron en el soleado jardín sur de la Casa Blanca para ser testigos de la firma de acuerdos de Israel con Emiratos Árabes Unidos y Bahrein. Los acuerdos bilaterales formalizan la normalización de las ya descongeladas relaciones del Estado judío con las dos naciones árabes, en consonancia con su rechazo común hacia Irán y sus agresiones en la región.
Curso de la historia
“Estamos aquí esta tarde para cambiar el curso de la historia”, dijo Trump desde un balcón que da al Jardín Sur. “Después de décadas de división y conflicto, marcamos el amanecer de un nuevo Medio Oriente”.
Los acuerdos no abordan el conflicto israelí-palestino, que ha durado décadas. Aunque Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y otros países árabes apoyan a los palestinos, el gobierno de Trump ha persuadido a los dos países para que no dejen que ese conflicto les impida tener relaciones normales con Israel.
Los aliados políticos de Trump esperan que los acuerdos mejoren las credenciales de Trump como pacificador mientras hace campaña para la reelección, siete semanas antes de los comicios.
Hasta ahora, la política exterior no ha tenido un papel importante en una campaña dominada por temas como el coronavirus, el racismo y la economía. Pese a la pandemia, en la ceremonia de la Casa Blanca no hubo distanciamiento social y la mayoría de los invitados no usaron mascarillas.