El Tesoro de Estados Unidos anunció el martes un acuerdo para otorgar préstamos a siete grandes compañías aéreas, incluyendo American Airlines y United Airlines, para salvaguardar los puestos de trabajo tras la crisis económica que trajo la pandemia de covid-19.
El gobierno estadounidense no precisó en un comunicado si esos acuerdos serán suficientes para suspender los planes de eliminación de empleos anunciados recientemente por los dos gigantes del transporte aéreo.
La pandemia del nuevo coronavirus causó la casi parálisis del transporte aéreo en la primavera boreal.
Desde la reapertura gradual de la economía, los transportistas aéreos batallan para que los pasajeros vuelvan a sus aviones y las rutas internacionales siguen estando extremadamente restringidas debido a las prohibiciones impuestas por varios gobiernos.
Además de American y United, Alaska Airlines, Frontier Airlines, JetBlue Airways, Hawaiian Airlines y SkyWest Airlines firmaron el acuerdo con el gobierno de Trump.
Delta Airlines y Southwest Airlines no forman parte de estos nuevos acuerdos pues ya habían dicho que no participarían.
«Nos complace acordar los préstamos que apoyarán a esta industria vital, al tiempo que aseguran una compensación apropiada para los contribuyentes», dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en el comunicado.
Además, pidió al Congreso ampliar el programa de apoyo para sostener el empleo en toda la industria de la aviación.
Por otra parte, el Tesoro subrayó que las aerolíneas firmantes obtendrán sus préstamos «bajo ciertas condiciones», que no han sido especificadas.
Añadió que las empresas recibirán «un préstamo de hasta 7.500 millones de dólares o el 30% de los 25.000 millones de dólares» disponibles para las aerolíneas de pasajeros.
Las empresas habían estado negociando estos préstamos desde principios de julio.
La dotación de 25.000 millones de dólares dedicada al transporte aéreo se decretó como parte del gigantesco plan de 2,2 billones de dólares para apoyar a la economía estadounidense, adoptado a finales de marzo para ayudar a hogares y empresas duramente afectados por la crisis sanitaria y económica.
En julio, el Tesoro había indicado que los prestatarios tendrían que comprometerse a cumplir ciertas condiciones, como el mantenimiento de un cierto nivel de empleo y de límites máximos en la remuneración de los empleados, el pago de dividendos y la recompra de acciones.