El aumento exponencial de casos de COVID-19 en toda Europa justifica las restricciones que se están aplicando, las cuales son “absolutamente necesarias” para frenar la pandemia, dijo el jueves el doctor Hans Kluge, director de la oficina de la Organización Mundial de la Salud en el continente.
Durante una conferencia de prensa, Kluge advirtió que podrían requerirse medidas incluso más estrictas en estos “tiempos sin precedentes”.
Pidió que los países y sus ciudadanos sean “intransigentes” en sus labores para controlar al coronavirus, y dijo que la mayor parte de su propagación está ocurriendo en viviendas, espacios cerrados y en comunidades que no están cumpliendo con las medidas de protección.
“Estas medidas están destinadas a mantenernos a todos por delante de la curva y aplanar su curso”, dijo Kluge, que portaba una mascarilla verde oscuro. “Por lo tanto, depende de nosotros aceptarlas mientras siguen siendo relativamente fáciles de seguir, en lugar de tomar el camino de la severidad”.
Señaló que el coronavirus es ahora la quinta causa de muerte en Europa e hizo notar que la región superó recientemente el umbral de 8.000 fallecimientos reportados al día.
Aunque Kluge dijo que las cifras más altas podían atribuirse en parte a la aplicación de más pruebas, sobre todo entre los jóvenes, comentó que Europa registró su último millón de casos nuevos de COVID-19 en apenas 10 días.
Kluge citó los modelos epidemiológicos que muestran que, si 95% de la gente usa mascarillas y se implementan otras medidas de distanciamiento social, Europa podría evitar alrededor de 281.000 decesos para febrero. Pero advirtió que relajar las restricciones podría quintuplicar la cantidad de muertes para enero.
Kluge rechazó criticar a los países por salir del confinamiento demasiado rápido sin apegarse a las recomendaciones de la OMS, y dijo que se necesita alcanzar un equilibrio porque las restricciones anteriores eran “insostenibles”.
En Gran Bretaña, por ejemplo, el gobierno ha enfrentado críticas por alentar a la gente a regresar a trabajar, a comer en restaurantes y a viajar, al tiempo que no implementó un sistema integral de rastreo de contactos para dar seguimiento a nuevos brotes.
Katie Smallwood, directora de emergencias de la OMS en Europa, exhortó a las naciones a actuar rápidamente.
“No tenemos el lujo del tiempo”, dijo, y reconoció que los sistemas de vigilancia y respuesta en algunos países son imperfectos. “Incluso al incrementarse mucho los casos, necesitamos seguir intentando hacer pruebas en cada caso”, y también “identificar y rastrear todos los contactos”.