‘Estamos discutiendo en un sentido de superarnos, en nombre del pueblo haitiano y para salvar al país’, dijo el jefe de Estado y reiteró la urgencia del diálogo y la unidad en aras de solucionar la actual crisis.
André Michel, portavoz de Sector Democrático y Popular, rechazó las declaraciones del gobernante e insistió en que su plataforma no participará en ningún proceso electoral, que califica de ilegal, y tampoco en la propuesta de cambio de Constitución.
Michel insistió en que no es posible un acuerdo de convivencia con Moïse y este debe abandonar el poder en febrero próximo, una fecha que ya declinó el presidente.
También el empresario Reginald Boulos, quien fuera aliado del mandatario y lo apoyó en su carrera electoral, desestimó las negociaciones con el gobierno y pidió el respeto a la carta magna.
El pasado viernes Moïse apeló a la modificación de la Constitución antes de emprender el proceso electoral que debe elegir a los gobiernos locales y parlamentarios.
De igual manera, aseveró que desde hace tres meses están en marcha las conversaciones con importantes actores de la escena política. ‘No necesito nombrar a nadie, estos temas han alcanzado un nivel muy avanzado’, confirmó.
No obstante, hasta la fecha las plataformas de la oposición rechazaron las afirmaciones, y a pesar de los anuncios del mandatario aún no se concertó una fecha para el referéndum constitucional o para los sufragios.
La semana pasada, la oficina de Naciones Unidas en Haití describió un sombrío panorama en el periodo previo al ciclo electoral, marcado por la polarización de la escena política y el aumento de la inseguridad.
‘Es imperativo que, a pesar de los desafíos, Haití continúe en su camino hacia la estabilidad y la seguridad, dos condiciones esenciales para el desarrollo social y económico sostenible’, señaló la principal directiva de dicha oficina, Helen La Lime.