Los príncipes Guillermo y Enrique no caminarán lado a lado el sábado en la procesión fúnebre de su abuelo previo a su funeral, lo que minimiza las posibilidades de momentos raros entre los hermanos que están pasando por tensiones en su relación desde que Enrique tomó la decisión de renunciar a sus deberes reales el año pasado.
Ayer jueves, el Palacio de Buckingham publicó una guía general del programa del funeral para el esposo de la reina Isabel II, quien falleció el viernes pasado a los 99 años. El palacio reveló que el primo de Guillermo y Enrique, Peter Phillips, caminará entre los príncipes mientras escoltan el ataúd hacia la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres.
El príncipe Carlos, el heredero al trono y padre de los príncipes, junto con su hermana la princesa Ana, encabezarán la procesión de 15 miembros.
Los hermanos han sido observados muy de cerca, pues el funeral del sábado muy probablemente recordará cómo compartieron su dolor en el funeral real de su madre la princesa Diana en 1997. Siendo menores de edad, ambos caminaron juntos detrás del ataúd de la princesa en Londres en una ceremonia que fue vista en todo el mundo.
Sin comentarios
Las autoridades del palacio se negaron a hacer comentarios cuando les preguntaron si las posiciones que tendrán Enrique y Guillermo fueron un esfuerzo para minimizar las tensiones familiares, que han aumentado después de que Enrique y su esposa Meghan, la duquesa de Sussex, concedieron una entrevista explosiva a Oprah Winfrey en la que dieron a entender que un miembro no revelado de la familia real hizo un comentario racista a Enrique previo al nacimiento de su hijo Archie.
Meghan, quien está embarazada y viviendo en California con Enrique, no asistirá al funeral por consejo de sus médicos.
“No nos dejaremos llevar por esas percepciones de drama o nada por el estilo”, dijo un vocero del palacio mientras hablaba bajo condición de anonimato, siguiendo las políticas de la institución. “Este es un funeral y los arreglos se han acordado y representan los deseos de su majestad”.
En otro esfuerzo por preservar la unidad familiar, el palacio dijo que los miembros más prominentes de la familia real llevarán ropa de civil para el funeral. La decisión, aprobada por la reina, significa que Enrique no se arriesgará a ser el único integrante de la familia real que no lleve uniforme en el funeral.
Los miembros de la familia real suelen llevar uniformes para eventos públicos por sus papeles honorarios dentro del ejército británico, la armada real y la real fuerza aérea, pero Enrique perdió sus títulos militares honorarios cuando decidió renunciar a sus deberes reales el año pasado. Como resultado, el protocolo sugiere que Enrique, un veterano del ejército que estuvo dos veces en misiones en Afganistán, lleve sólo un traje con medallas al hacer funciones reales.
La decisión también evita otra posible controversia después de reportes sobre que el príncipe Andrés, el segundo hijo varón de la reina, consideró usar un uniforme de almirante para el funeral de su padre. Andrés mantiene sus títulos militares a pesar de que fue obligado a renunciar a sus deberes reales tras una desastrosa entrevista con la BBC sobre sus amistad con el fallecido financiero acusado de tráfico sexual Jeffrey Epstein.
SEPA MÁS
30 personas
La asistencia al funeral estará limitada a 30 personas por las restricciones por el coronavirus en Inglaterra.
Tapabocas
Los invitados llevarán cubrebocas dentro de la capilla y mantendrán el distanciamiento social. La reina, quien siempre es la primera en poner el ejemplo, usará mascarilla.
Sin niños
Los niños de la familia no asistirán.