CALI, Colombia.- Reina el silencio en Cali. El fin de semana transcurre sin protestas ni enfrentamientos después de que el presidente Iván Duque ordenara el despliegue del Ejército en la tercera ciudad más importante de Colombia.
La decisión fue anunciada el viernes por la noche tras una sangrienta jornada de enfrentamientos que dejó 14 muertos, casi un centenar de heridos y decenas de infraestructuras vandalizadas.
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, expresó su preocupación por la situación en Cali, dónde se detectó la presencia de civiles armados.
«Estos hechos son muy preocupantes tras el progreso que se estaba haciendo para resolver la revuelta social a través del diálogo», dijo la alta comisionada, quien reclamó que se investigue a todos aquellos que causaron muertes o heridas, lo que incluye a funcionarios del Estado, y se les sancione de acuerdo con su responsabilidad.
El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, ha descrito el episodio de violencia como «un día fatídico, un día doloroso». También denunció los actos de «vandalismo puro e irracional» contra inmuebles privados y públicos.
Por su parte, el presidente Duque visitó nuevamente Cali donde fue recibido con reacciones mixtas, el sábado sostuvo un consejo extraordinario de seguridad con las autoridades locales para evaluar los daños.
La tensa calma en Cali no se reproduce en otras zonas de Colombia. En la ciudad de Facatativá, en el departamento de Cundinamarca, una turba intentó incendiar el Palacio de Justicia y una sede de la Alcaldía donde había almacenadas vacunas contra la covid-19.
El gobernador de Cundinamarca explicó que los vándalos no dejaron pasar a los bomberos, por lo que tuvieron que enviar al Ejército para actuar. La ciudad de Facatativá también está militarizada desde el sábado.
«Situaciones como las que se presentaron esta mañana en Facatativá no tienen justificación y requieren la intervención inmediata de la fuerza pública», alegó el gobernador.
Según la ONG Temblores y el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), han ocurrido 60 muertes en el marco de las protestas, de las cuales 43 se las atribuyen a la fuerza pública. Mientras que la Fiscalía contabiliza 43 muertes, aunque solo «17 de ellas tienen nexo directo en el marco de las protestas».
Además, las autoridades siguen buscando a 123 personas reportadas como desaparecidas en las protestas, pero organizaciones como la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos asegura que falta por encontrar a 327.