El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió este miércoles explicaciones al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, sobre la carta que envió a la principal patronal del país, Fedecámaras, y que, según el gobernante, estaba cargada de «odio».
«Explícanos, Pietro Parolin, ¿qué tiene que ver, qué tienes que ver tú, como canciller de El Vaticano, en Venezuela? Y manda una carta llena de veneno, de odio, de intrigas, de cinismo, de ataques», dijo Maduro durante un acto al referirse a la celebración de la asamblea anual de Fedecámaras celebrada ayer en la que fue leída una misiva enviada por el cardenal.
La carta que criticaba Maduro fue leía por el obispo auxiliar de Caracas, Ricardo Barreto, y, en la misma, Parolin pedía impulsar el diálogo en el país.
En el texto, se señalaba que «es importante que la sociedad civil sea también protagonista de la solución de la crisis actual» que se vive en Venezuela.
La solución a la misma «solo se dará si los venezolanos y, especialmente, los que tienen algún tipo de responsabilidad política, están dispuestos a sentarse y a negociar de un modo serio», consideró Parolin en la misiva.
Para llegar a acuerdos que abran la puerta a soluciones, Parolin aseguró que es necesaria la «voluntad política por parte de los involucrados», así como la disponibilidad para «dejar que el bien común prevalezca sobre intereses particulares y el apoyo responsable de la sociedad civil y de la comunidad internacional».
Finalmente, el secretario de Estado vaticano aseguró en la carta leída por Barreto que, si una negociación tiene éxito, «será necesaria una gran generosidad y paciencia».
Para Maduro, este mensaje es «una cosa rara» y tras pedirle explicaciones a Parolin, puso en duda que la haya escrito.
«No me consta que él la haya enviado, dicen que él envió una carta. Yo solo me pregunto, creo que no, que Prieto Parolin tiene mucho trabajo en Roma (…) no creo que la haya escrito él, de verdad», indicó.
El mandatario también descalificó al obispo auxiliar de Caracas y dijo que fue el único «discordante» en la asamblea de Fedecámaras que, pese a sus diferencias marcadas con el Gobierno, ayer apostó por invitar a la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, al evento.