LONDRES, 1 Ago. – El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores de Reino Unido, Dominic Raab, han acusado formalmente a Irán del ataque «deliberado y selectivo» ocurrido en Omán contra el petrolero ‘Mercer Street’, propiedad de una compañía encabezada por un empresario israelí, que se cobró las vidas de dos tripulantes, entre ellos un guardia de seguridad británico.
«No hay justificación para este ataque, que sigue un patrón de ataques y otros comportamientos beligerantes. Estas acciones amenazan la libertad de navegación a través de esta vía fluvial crucial, el transporte marítimo y el comercio internacional, y las vidas de quienes viajan en los barcos involucrados», ha declarado Blinken en un comunicado, en el que se ha mostrado «seguro» de que la república islámica se encuentra detrás del ataque.
Raab se ha sumado a esta opinión. «Creemos que este ataque fue deliberado, dirigido y una clara violación del derecho internacional por parte de Irán», dice Raab en un comunicado.
«Irán debe poner fin a estos ataques y se debe permitir que los barcos naveguen libremente de acuerdo con el derecho internacional», añade. «Reino Unido está trabajando con nuestros socios internacionales en una respuesta concertada a este ataque inaceptable», ha añadido en la nota, recogida por Sky News.
Estas declaraciones tienen lugar después de una conversación entre el jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Aviv Kohavi, con su homólogo británico, el general Sir Nick Carter, en la que ambos «discutieron los eventos recientes en la región y los desafíos comunes que enfrentan ambos países», en referencia al ataque al ‘Mercer Street’, según ha informado el Ejército israelí en su cuenta de Twitter.
Irán ha negado toda responsabilidad y desmentido las primeras acusaciones vertidas por el primer ministro israelí, Naftali Bennett. En un comunicado recogido por la agencia de noticias Mehr, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Said Jatibzadé, ha condenado así lo que considera unos «juegos de culpabilidad» por parte de Israel y ha señalado que las acusaciones vertidas por Bennett «carecen de base alguna».