Con la muerte de Desmond Tutu, el mundo pierde «a un gran campeón en la respuesta global contra el sida», declaró hoy el Programa Conjunto de la ONU contra el VIH/sida (ONUSIDA), que destacó la lucha del arzobispo emérito sudafricano contra la discriminación de los seopositivos.
Junto a su batalla contra el racismo y el apartheid, «fue una poderosa voz en el combate contra el sida, al oponerse al negacionismo de la enfermedad, pedir acceso igualitario a los tratamientos y abogar contra la discriminación de las personas que viven con VIH», señaló en un comunicado la organización.
«Su trabajo en la prevención del sida y la tuberculosis cambió los paradigmas globales», añadió ONUSIDA, que también recordó la defensa de los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales que abanderó el arzobispo.
«Ha caído un gigante. El arzobispo Tutu fue un luchador por la libertad, un hombre santo, un héroe que jugó un papel trascendental en la liberación de África», aseguró la directora general de ONUSIDA, la ugandesa Winnie Byanyima.