A pocas horas de un encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, el gobierno estadounidense hizo saber el jueves que China se expondría a represalias por «apoyar la agresión rusa» contra Ucrania.
«Estamos preocupados por el hecho de que ellos consideran dar apoyo directo a Rusia con equipo militar que sería utilizado en Ucrania. El presidente Biden hablará mañana al presidente Xi, y le dirá claramente que la China tendrá responsabilidad por todo acto dirigido a apoyar la agresión rusa y no dudaremos en imponerle un costo», declaró el jueves el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken.
«Vemos con preocupación que China piensa dar a Rusia una asistencia militar directa», agregó.
Esta es la advertencia más clara lanzada por Estados Unidos a China desde el inicio de la invasión a Ucrania y se produce a solo horas de una conversación entre los dos presidentes, prevista para el viernes.
Este encuentro, el cuarto entre ambos mandatarios desde que Joe Biden es presidente busca «conservar los canales de comunicación abiertos entre Estados Unidos y China», afirmó en un comunicado la portavoz del Ejecutivo estadounidense, Jen Psaki.
Una preocupación constante del presidente Biden es que Estados Unidos y China ciertamente están condenados a una competencia despiadada, pero mantener el diálogo basta para que este enfrentamiento no sea un generador de caos a nivel internacional.
Los dos dirigentes discutirán sobre esta «competencia» entre Washington y Pekín «así como de la guerra entre Rusia y Ucrania y de otros temas de interés común», precisó Psaki.
Estados Unidos subió aun más el tono al juzgar como «profundamente preocupante» la posición de «alineamiento de china con Rusia» de cara a la guerra en Ucrania durante un reciente encuentro en Roma entre el consejero de seguridad nacional estadounidense Jake Sullivan y el número uno de la diplomacia del partido comunista chino, Yang Jiechi.
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, China ha privilegiado su relación con Moscú, pero esta «amistad sin límites» se ha visto a prueba por la guerra pues el régimen chino del presidente Xi Jinping parece haber sido sorprendido por la resistencia ucraniana y por la fuerza de las sanciones occidentales.
«La prioridad de Biden (durante el diálogo) será exigir a China el no dar a Rusia los medios para compensar las sanciones internacionales», comentó a la AFP, Ryan Hass, experto del instituto de investigación Brookings y exconsejero sobre China del presidente Barack Obama.
Más allá de la posible asistencia militar a Rusia, Washington quiere evitar que China ayude a Moscú a atenuar el impacto de las sanciones dirigidas a estrangular finaciera y económicamente al régimen de Vladimir Putin.