Dos senadores estadounidenses presentaron un proyecto de ley para contrarrestar el tráfico de drogas en el Caribe, prevenir la violencia relacionada con las pandillas y realizar investigaciones criminales en la región, anunció un comunicado divulgado este jueves.
La iniciativa bipartidista, presentada por el senador republicano por Florida, Marco Rubio, y el demócrata por el estado de Virginia Tim Kaine, tiene como objetivo «mejorar la asociación de seguridad entre Estados Unidos y el Caribe» y «priorizar la resiliencia ante desastres naturales», entre otros fines, según se lee en el texto de la propuesta.
La medida solicita «asignar» al Departamento de Estado y a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) 74.800.000 dólares para los años fiscales comprendidos desde 2023 hasta el 2027.
«Esta legislación crucial bipartidista y bicameral mejoraría una iniciativa interinstitucional para brindar capacitación y equipo a las agencias de aplicación de la ley en los países del Caribe», señaló Rubio.
Rubio, quien es el miembro republicano de mayor rango en el subcomité del Senado dedicado a Latinoamérica, añadió que esta propuesta legislativa, denominada «Ley de Autorización de la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe», se presenta en un momento de «enormes desafíos y dificultades».
«En un momento en el que nuestra región enfrenta enormes desafíos y dificultades, es importante que el gobierno de los Estados Unidos ayude a nuestros aliados democráticos a contrarrestar el tráfico de drogas, prevenir la violencia relacionada con las pandillas y realizar investigaciones criminales», apuntó.
De acuerdo con el comunicado de la oficina de Rubio, «el colapso de la ley y el orden en Haití demuestra la grave amenaza que la corrupción y el narcotráfico representan para los países del Caribe».
«Mientras tanto, Moscú y Beijing continúan expandiendo su influencia en el hemisferio occidental. Un mayor compromiso de EE. UU. con los gobiernos regionales aumentaría la seguridad y la estabilidad para todos», advirtió.
Kaine, por su parte, aseguró que «promover la estabilidad y la cooperación en el Caribe fortalece nuestra propia seguridad nacional, aumenta la resiliencia de nuestros socios caribeños y contrarresta la creciente influencia del Partido Comunista Chino en el hemisferio occidental».
«Hacer que estos recursos estén disponibles para ayudar a contrarrestar el tráfico de drogas, la corrupción y los impactos desestabilizadores del cambio climático es un paso de sentido común, e insto a mis colegas a unirse a nosotros para trabajar para hacer que el Hemisferio Occidental sea más seguro y próspero para todos», resaltó Kaine.