El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado este martes a Rusia por no investigar de manera adecuada el envenenamiento sufrido en agosto de 2020 por el dirigente opositor Alexei Navalni, que terminó siendo evacuado a Alemania en estado grave.
Navalni, que permanece detenido desde que regresó a Rusia precisamente tras ese envenenamiento, siempre ha acusado al Kremlin de una intoxicación que los expertos alemanes atribuyeron a un agente nervioso, si bien las autoridades rusas nunca han reconocido responsabilidad alguna en el caso.
Para el TEDH, la negativa de Rusia a examinar a fondo lo ocurrido –los primeros exámenes realizados a Navalni descartaron sustancias tóxicas que sí terminaron confirmándose en Alemania– o el rechazo a investigar un posible trasfondo –incluida «una posible implicación de agentes del Estado»– supuso una violación de la Convención Europea de Derechos Humanos.
La corte condena por tanto a Rusia a pagar 40.000 euros a Navalni en concepto de daños, si bien las autoridades rusas se consideran ya desvinculadas de cualquier organismo dependiente del Consejo de Europa desde su salida en 2022, a raíz de la ofensiva militar lanzada en Ucrania.
El TEDH, que ya se ha pronunciado en otras ocasiones en favor de Navalni, defiende en cambio que conserva competencias sobre casos presentados antes de la ruptura con Rusia.