Puerto Príncipe, 14 jun.- La crisis de Haití amenaza el futuro de los niños, quienes se encuentran privados de la educación y afectados por la malnutrición y el bandidaje, considera una organización religiosa.
La Red de Organizaciones Cristianas para el Apoyo al Niño esbozó un sombrío panorama para las infancias que crecen en el país en medio de la compleja situación actual con la multiplicación de los actos de violencia, expansión de las pandillas y recesión económica.
Por ello es urgente crear un entorno seguro y protector para esta categoría de la sociedad, dijo a la plataforma Vant Bef Info la coordinadora de la red, Fédorah Pierre-Louis.
Aseguró que es necesario un enfoque Estado-sociedad para reforzar el sistema de protección de la infancia y garantizar que los niños reciban atención oortunamente.
También sugirió un programa de prevención y sensibilización que permita poner fin a las causas de la violencia contra los niños y crear un entorno seguro para ellos.
El lunes la oficina en Haití del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó que la violencia armada contribuyó a aumentar la cifra de menores que sufren desnutrición grave y llamó a garantizar dietas, servicios y prácticas que fomenten una buena nutrición para ese sector etario.
Unicef también advirtió a inicios de mayo que la cifra de niños que sufren desnutrición aguda grave aumentó un 30 por ciento en el país caribeño y más de 115 mil infantes podrían sufrir ese flagelo en 2023, frente a los 87 mil 500 del pasado año.
Bruno Maes, representante de Unicef en Haití, lamentó que cada vez más los padres son incapaces de alimentar y cuidar adecuadamente a sus hijos, mientras que la escalada de violencia impide llegar a los centros de salud.
«Cada vez más niños alcanzan más rápidamente la fase de emaciación grave y morirán si no se toman medidas urgentes», lamentó.