SUDAN, 16 Jun.- Más de un millón de niños se han visto desplazados a causa del conflicto desatado el 15 de abril entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), según ha alertado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que ha reseñado que las hostilidades han dejado más de 330 niños muertos y alrededor de 1.900 heridos.
«El futuro de Sudán está en juego y no podemos aceptar la pérdida y el sufrimiento continuos de sus niños y niñas», ha dicho el representante de UNICEF en Sudán, Mandeep O’Brien, que ha agregado que «los niños y niñas están atrapados en una pesadilla implacable, soportando la carga más pesada de una crisis violenta en la que no han participado: atrapados en el fuego cruzado, heridos, abusados, desplazados y sujetos a enfermedades y desnutrición».
«UNICEF está listo para prestar su ayuda, junto a sus aliados, pero necesitamos un acceso seguro y sin restricciones, así como una situación de seguridad garantizada, en todas las áreas donde los niños y niñas tienen una necesidad desesperada», ha resaltado. UNICEF ha manifestado que el acceso a los servicios básicos está limitado a causa de la guerra, lo que deja a más de trece millones de niños y niñas en extrema necesidad de ayuda humanitaria en materia de agua, salud, nutrición y protección.
El organismo ha incidido en que la situación en la región de Darfur (oeste) es «especialmente preocupante» y ha hecho hincapié en que, si bien los bloqueos a las comunicaciones y las restricciones de acceso generan problemas para verificar la información, se calcula que 5,6 millones de niños y niñas viven en la región y que casi 270.000 de ellos han quedado desplazados por los combates.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó el martes su preocupación por la «creciente dimensión étnica» de la violencia en Darfur, mientras que el representante especial de la ONU en el país, Volker Perthes, apuntó a posibles crímenes contra la humanidad en el marco de las hostilidades en esta zona del país africano.
En este sentido, UNICEF ha detallado que la situación en Darfur Occidental y Darfur Centro se caracteriza por los combates, la inseguridad y el saqueo de instalaciones y suministros humanitarios, mientras que la falta de agua potable ha dejado a cientos de miles de niños y niñas en riesgo de deshidratación, diarrea y desnutrición. En la actualidad habría al menos 14.836 niños y niñas menores de cinco años gravemente desnutridos en el estado de Darfur Occidental.