MANAGUA.- El obispo nicaragüense Rolando Álvarez fue devuelto a prisión después de que fracasaran las negociaciones entre el gobierno de Daniel Ortega y los representantes de la Iglesia católica sobre los términos de su posible liberación.
Álvarez se ha convertido en un símbolo de resistencia de los presos políticos en Nicaragua que ya suman 64, según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas.
El Gobierno, además, modificó la ley de Policía: la institución dejará de ser apolítica.