Puerto Príncipe, 20 jul (Prensa Latina) Organizaciones de la sociedad civil haitiana alientan hoy al Gobierno a adoptar medidas para solucionar la grave crisis que enfrenta el país, entre ellas la ampliación del Alto Consejo de Transición.
Plataformas como la Coalición de Organizaciones de la Diáspora Haitiana, N ap mache pou lavi (Marchamos por la vida), Confederación de Vuduistas Haitianos y el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos, recordaron que desde 2020 Haití no cuenta con un parlamento.
Advirtieron también que la situación se agravó tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, sumiendo a la población en una mayor pobreza.
Ante la crisis, las estructuras abogan por ampliar el HCT y dotarlo de más recursos y prerrogativas para garantizar el equilibrio en el ejercicio del poder en Haití.
El HCT nació como fruto del acuerdo gubernamental del 21 de diciembre y debe funcionar como contraparte del ejecutivo.
Para las organizaciones, también debe establecerse un gobierno inclusivo que refleje las principales tendencias políticas y que trabaje en la organización de elecciones para la vuelta al orden institucional y constitucional.
Asimismo, apoyaron la solicitud del Gobierno de desplegar tropas extranjeras especializadas que ayuden a la Policía a combatir a las pandillas que actualmente controlan zonas vastas de la capital y otras provincias.
ÇEl retorno de la paz, señalan, es una condición indispensable para la celebración de elecciones transparentes y justas.
Las plataformas también instan a las autoridades a crear un órgano de control que velará las acciones del Gobierno en ausencia del Parlamento y recomiendan reformas constitucionales.
A grandes rasgos, las propuestas de las organizaciones de la sociedad civil son similares a las del Gobierno, y el primer ministro Ariel Henry prometió a su regreso de la cumbre de Jamaica en junio cumplir algunas de ellas.
No obstante, grupos políticos y sociales abogaron en Kingston por la formación de un colegio presidencial de cinco miembros, sin mencionar al actual primer ministro, y un nuevo gobierno de transición de al menos dos años.
Ambas posturas no se han reconciliado, pese a las mediaciones de la comunidad internacional, lo que mantiene al país en un estancamiento político, mientras los grupos armados ganan cada vez más fuerza.