El Ministerio de Defensa chino ha criticado la última iniciativa de venta de armas anunciada por Estados Unidos a Taiwán como una amenaza a la seguridad de la región y una nueva injerencia en los asuntos internos del país, así como un ataque a sus reclamaciones soberanas sobre la isla.
Estados Unidos aprobó el miércoles una posible venta de armas a Taiwán por valor de 500 millones de dólares (460 millones de euros) con el fin de impulsar la capacidad de defensa aérea de la isla y mejorar su capacidad para defenderse de las «amenazas actuales y futuras» al contribuir «a las capacidades del destinatario para defender su espacio aéreo, brindar seguridad regional y aumentar la interoperabilidad con EEUU a través de su programa de F-16».
Taiwán cuenta con un Gobierno independiente desde 1949, pero China considera el territorio bajo su soberanía. La política fundamental del Gobierno chino respecto a Taiwán ha sido hasta ahora la de una reunificación pacífica bajo el principio «un país dos sistemas».
Durante los últimos meses las fricciones han ido en aumento, en particular desde el viaje a la isla, en agosto de 2022, de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. La situación empeoró todavía más tras la visita de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, al país norteamericano, donde se reunió con varios congresistas estadounidenses a pesar de las advertencias de Pekín.
En este contexto, «China se opone firmemente a esta última venta y ha presentado una queja solemne ante la representación de Estados Unidos en el país», ha lamentado el portavoz del Ministerio de Defensa Nacional, Zhang Xiaogang, en comentarios recogidos por el diario estatal chino ‘Global Times’.
«La venta de armas de Estados Unidos a la isla de Taiwán son acciones maliciosas que interfieren con las cuestiones internas de China, en violación del principio de ‘una sola China’, amenazando la seguridad de la población de la isla», ha lamentado el portavoz.