LA HABANA, 17 Sep.- Los líderes del Grupo de los 77 y China han acordado una declaración final de la cumbre celebrada en La Habana en la que exigen a los países desarrollados una nueva estructura financiera internacional que responda a problemáticas como las consecuencias de la pandemia de coronavirus o la brecha tecnológica.
«Subrayamos la urgente necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera internacional y de un enfoque más inclusivo y coordinado de la gobernanza financiera mundial», apunta la declaración final, aprobada el sábado en la capital cubana.
«Notamos con profunda preocupación que los principales desafíos generados por el actual orden económico internacional injusto para los países en desarrollo, han alcanzado su expresión más aguda en la actualidad debido, entre otras cosas, a los persistentes efectos negativos de la pandemia de la COVID-19», han argumentado.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha intervenido en el acto de clausura de la cumbre: «Hay grandes transformaciones en marcha y no pueden ser moldeadas por un puñado de economías ricas, reeditando la relación de dependencia entre el centro y la periferia».
Igualmente el texto pactado rechaza la imposición de leyes y regulaciones con impacto extraterritorial y otras medidas económicas coercitivas, incluidas las sanciones unilaterales contra los países en desarrollo, una mención que ha satisfecho particularmente al país anfitrión, Cuba.
Los países del G77+China abogan además por la cooperación para el desarrollo científico y tecnológico. «Destacamos el importante papel de la ciencia, la tecnología y la innovación como pilares, facilitadores y catalizadores para apoyar el crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible, acelerando la plena aplicación de la Agenda 2030», han resaltado.
La ciencia, la tecnología y la innovación son claves para el «pleno disfrute de todos los derechos humanos por todas las personas, incluido el derecho al desarrollo». Por ello han defendido la necesidad de invertir más en este ámbito impulsando la «colaboración científica abierta y equitativa» siempre «de manera ética y responsable».
En particular los firmantes han resaltado la importancia del desarrollo y la transferencia de tecnología en la esfera de la salud humana, «teniendo en cuenta el aumento de las enfermedades transmisibles y no transmisibles emergentes y reemergentes, incluidos sus factores de riesgo».
El G77 se formó en 1964 para agrupar a 77 países en vías de desarrollo. El grupo cuenta ya con 134 miembros, de los cuales 114 han enviado representación a Cuba.
En la cita han participado los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández; o Venezuela, Nicolás Maduro, así como el secretario general de la ONU, António Guterres. En nombre de China ha estado presente Li Xi, miembro del Comité Central del Partido Comunista Chino.