Docenas de fuerzas de Estados Unidos se encuentran en las afueras de Manbij, que ha sido un punto crítico entre las milicias kurdas respaldadas por Estados Unidos y Turquía.
El grupo terrorista Estado Islámico se responsabilizó por un ataque explosivo en el norte de Siria que mató a cuatro soldados estadounidenses y dejó heridos a por lo menos tres efectivos.
«Miembros de los servicios de Estados Unidos murieron durante una explosión mientras conducían un patrullaje de rutina en Siria hoy. Todavía estamos recopilando información y compartiremos detalles adicionales en un momento posterior», dijo en Twitter un portavoz de la coalición liderada por Estados Unidos.
Asimismo, Amaq, un sitio de internet vinculado al Estado Islámico, emitió un comunicado en el que dijo que un suicida atacó una patrulla de las fuerzas de la coalición que Estados Unidos lidera en el país.
Funcionarios locales y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña dijeron que la explosión sacudió la ciudad norteña de Manbij el miércoles, cuando la patrulla pasó por un restaurante cerca del mercado principal.
Las autoridades señalaron que la explosión mató a siete civiles e hirió a nueve más.
La noticia del ataque también llegó a la Casa Blanca.
«El presidente recibió una completa información y continuaremos monitoreando la situación actual en Siria», dijo la secretaria de prensa, Sarah Sanders.
El Pentágono confirmó el viernes que había comenzado a retirar algunos equipos de Siria como parte de la retirada, pero que unas 2.000 fuerzas de Estados Unidos permanecerían en su lugar hasta que las condiciones en el suelo les permitieran irse.
Voz de America