Un altercado verbal, con intercambio de insultos, se registró entre el primer ministro, Garry Conille, y excanciller, Claude Joseph, líder del partido Comprometidos con el Desarrollo (EDE), según informó el diario Le Nouvelliste.
Según el periódico haitiano, la reunión se había pautado con los miembros del Consejo Presidencial y demás entidades firmantes del Acuerdo del 3 de Abril para armonizar las relaciones con el primer ministro, sin embargo, «se produjo ese altercado en el que Garry Conille y Claude Joseph casi llegaron a las manos».
Claude Joseph es conocido por su conflictiva relación con la República Dominicana y sus múltiples enfrentamientos diplomáticos contra el país, incluso desde que era funcionario. También tiene un impedimento de entrada al país declarado por el presidente Luis Abinader.
Sobre el altercado, señala el diario que ocurrió en la residencia privada del asesor presidencial, Louis Gérald Gilles.
«Todo cayó en picada cuando Claude Joseph expresó sus desacuerdos y frustraciones que fueron mal recibidos por el primer ministro. El tono rápidamente subió entre los dos hombres…», dijo al periódico una fuente que estuvo en la reunión.
Indica Le Nouvelliste que, en un tono muy elevado, Claude Joseph declaró a Conille que se había convertido en primer ministro gracias a actores políticos como él.
Hubo intercambios de malas palabras, según el diario.
Menos de 20 horas después de este altercado verbal, el primer ministro informó que quiere reforzar su seguridad, señala el diario.
Este miércoles, Le Nouvelliste cita declaraciones del periodista Garry Pierre-Paul Charles, quien asegura que «el altercado entre Claude Joseph y Garry Conille es una expresión del descontento de algunos dirigentes políticos«.
Dijo que hay líderes que lucharon para que Garry Conille fuera primer ministro, pero que están descontentos con la distribución de los puestos en la administración pública.
En un comunicado de prensa, publicado el jueves 27 de junio de 2024, la plataforma política liderada por Joseph pidió al gobierno que se abstenga de cualquier «política de espectáculo», en particular en lo que respecta a «asuntos graves de la nación que requieren calma, serenidad y experiencia».