Un ducto de hidrocarburos explotó este lunes en la localidad San Agustín Tlaxiaca, estado mexicano de Hidalgo, sin que hasta el momento se tengan informes de heridos ni víctimas fatales, informó el gobernador Omar Fayad.
El reporte de las autoridades señalaba la existencia de una fuga de hidrocarburo en el que presuntamente algunas personas se acercaron a sustraer combustible en una camioneta, cuando se registró la explosión, dijo el gobernador a Milenio Televisión.
Este incidente ha ocurrido en la comunidad de San Agustín Tlaxiaca, a unos 50 kilómetros de distancia de Tlahuelilpan, donde el pasado 18 de enero, ocurrió una explosión que ha dejado al momento 115 víctimas fatales.
Fayad precisó que el incendio que causó la explosión en San Agustín Tlaxiaco, «hasta el momento no presenta ningún peligro para la población», pero dijo no poder confirmar si en el vehículo incendiado había personas.
El Ejército mexicano llegó al lugar, donde también se encuentra personal de protección civil del estado de Hidalgo, explicó el gobernador.
El titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer, confirmó este día que la cifra se elevó a 115 muertos luego de que falleció una persona durante el fin de semana.
Otros 30 heridos siguen hospitalizados, tres de ellos en un centro especializado en Galveston (Texas, EE.UU.).
Desde que llegó al poder el 1 de diciembre pasado, López Obrador comenzó un combate frontal al robo de hidrocarburos que se realiza a través de los ductos de la empresa estatal Pemex, delito que genera pérdidas millonarias para la compañía.
Para tal fin, se reforzó con miles de agentes la seguridad en los ductos y se transportó más gasolina con pipas (camiones cisterna), lo que ha causado una crisis de desabastecimiento en diez estados del país, con estaciones de servicio cerradas y compras de pánico.
De acuerdo con cifras oficiales, tan solo en 2018 el robo de combustible ocasionó pérdidas para México del orden de los 65.000 millones de pesos (unos 3.421 millones de dólares).