MOSCU.- Rusia advirtió que persiste el riesgo de un “conflicto armado de envergadura” en Venezuela y expresó su disposición a participar en un mecanismo de mediación para superar la crisis en ese país.
“Lamentablemente no se puede decir que el peligro de un conflicto armado de envergadura (en Venezuela) haya desaparecido”, afirmó en una rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.
Al mismo tiempo, negó que Rusia se plantee la evacuación de sus diplomáticos o de sus familias, y en general del personal que trabaja en representaciones o compañías rusas en Venezuela.
Rusia, agregó la diplomática, “está dispuesta a sumarse a mecanismos de mediación o consultas que sean aceptables para las partes venezolanas”.
“Saludamos la disposición del presidente de Venezuela (Nicolás Maduro) a aceptar esfuerzos internacionales en ese sentido”, apuntó.
Zajárova insistió en que Moscú considera que no se han agotado las posibilidades de ayuda diplomática a Venezuela en la solución de la crisis, que calificó de “sumamente compleja”.
“Entendemos que este enfoque es compartido por países de la región. Precisamente por ello, algunos países han declarado la necesidad de convocar con carácter de urgencia una conferencia internacional”, agregó en alusión a la iniciativa de México y Uruguay.
Por otra parte, la portavoz de Exteriores denunció que el líder opositor Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino de Venezuela, “llama abiertamente a las Fuerzas Armadas venezolanas a dar un golpe de Estado”.
“Vemos que los patrocinadores occidentales (de la oposición venezolana) alientan públicamente y por todos los medios esa línea destructiva. Parece que para Washington no hay límites”, subrayó.
La portavoz de Exteriores advirtió de que las sanciones que Estados Unidos se propone aplicar al sector petrolero venezolano son “un camino directo a la catástrofe, incluida la ecológica”.
“Esa catástrofe es capaz de provocar un daño irreparable a la vida y al desarrollo de otros países de la región”, agregó.
Según Zajárova, la acción de Estados Unidos “recuerda un gran acto de sabotaje que abarca no solo la dimensión política y que causa un daño geopolítico en el plano internacional”.