Un gran impacto ha tenido en Santiago la noticia sobre la muerte a balazos del archifamoso exoficial policial conocido como “La Soga”.
Desde que las emisoras y las redes sociales anunciaron el hecho, se convirtió en la conversación obligada en todos los espacios donde se concentran personas.
De hecho, en los últimos meses Fernando de los Santos “La Soga”, había caído en bajo perfil y muchos lo habían olvidado hasta las primeras horas de esta mañana, cuando se conoció lo que muchos definen como un ajusticiamiento.
Con un amplio prontuario de asesinatos y varios expedientes en la justicia, el ex oficial nunca purgó por sus crímenes y todo parecía que tendría impunidad hasta el último día de su vida, que fue hoy.
Esto en gran parte porque las víctima que se le atribuyen en gran mayoría eran personas de estratos humildes y por lo general, con historial delictivo.
Ni siquiera los organismos de derechos humanos fueron activos en demanda de justicia en su contra.
Hoy la población de Santiago desvió su atención de los graves problemas que les afectan, como el coronavirus, la desescalada, la falta de agua en algunos sectores y otros, para concentrarse en la muerte del temido hombre de la policía.
“Queremos que todo se aclare sin excesos contra nadie. A la sociedad que confié en mí en este proceso que yo no he hecho nada malo, nada malo he hecho”, dijo “La Soga” en una de las medidas de coerción que le conocieron.
“Yo no hecho nada, le dije a mi pueblo, a mi país, que no he hecho nada”, insistió.
En ese proceso judicial, el juez del Segundo Juzgado de Instrucción de Santiago, le otorgó libertad con una garantía económica y presentación periódica y ordenó la apertura a juicio de fondo.
El juez Cirilo Salomón impuso una garantía económica de 5 millones de pesos mediante una aseguradora y además le obligó a presentación periódica el tercer lunes de cada mes a De Los Santos, quien estaba en reclusión preventiva como medida de coerción desde 2017.
El 10 junio de 2018, desconocidos incendiaron la madrugada de ese domingo la residencia y yipeta “La Soga”.
La residencia, ubicada en Gurabo, no fue incendiada en su totalidad y los mayores daños se registraron en la parte frontal de la vivienda.
“Yo recogí esta mañana varios casquillos de los que dispararon y se los entregue a la policía a quien pedimos nosotros que investiguen este caso porque estas personas no se meten con nadie aquí en la comunidad, solo hacen mucho bien”, dijo un vecino aquel día, solo identificado como Alemán, según cita el diario El Caribe de la época.
Al lugar se presentaron miembros de la Dirección de Investigaciones Criminales de la Policía Nacional para recolectar evidencias para iniciar las investigaciones correspondientes.
Para llegar los puntos antes mencionados, “La Soga” pasó seis años prófugo de la justicia según la Policía Nacional.
A “La Soga” se le acusa de dar muerte a Elvis Sebastián Valerio Espinal y Luis Roberto Torres Ortega (Robert), supuestamente a encargo de Joan Silverio Ureña (Yoan) y Bonel de Jesús Lanfranco Castro (Bonelly).
La Policía Nacional asegura que el exteniente recibió 250 mil pesos por asesinar a las personas antes citadas. Los cadáveres de esos dos hombres aparecieron atados de pies y manos en la presa Tavera Bao, en Sabana Iglesia.
El 17 de diciembre de 2018, ya detenido y durante una audiencia en el Palacio de Justicia de Santiago, “La Soga” indicó que su hoja de vida estaba completamente limpia y que no había cometido los crímenes que se le atribuyen.
“Yo necesito que la cosa se aclare, estoy totalmente limpio, no tengo nada que ver con lo que haya hecho la Policía”, manifestó De los Santos.
“La Soga lo va a pagar con el precio de la libertad o con otra cosa. Pero por lo menos vamos a empezar con la libertad, arrestándolo o preso. Si me llama yo le voy a decir ¿qué hora es? Cinco horas para que usted se entregue”, dijo en 2011 el entonces jefe de la Policía, el mayor general José Armando Polanco Gómez, citado por el portal de noticias Acento.
La Policía calificó a “La Soga” en varias ocasiones como una persona peligrosa y señaló que se encontraba “fuertemente armado”.
En el año 2012, el entonces jefe policial Polanco Gómez reiteró que le garantizaban su vida, pero advertía que si al momento del apresamiento se producía un desafío abierto utilizando armas de fuego o de cualquier otro tipo “nosotros no lo vamos a permitir, vamos a actuar utilizando la fuerza que sea necesaria”.
Para 2013, la Policía mantenía el mismo discurso: Polanco Gómez decía que en cualquier momento apresarían al exteniente de la Policía Fernando de los Santos.
Durante el mes de noviembre de 2011, el entonces coronel Máximo Báez Aybar, director de Comunicaciones de la Policía, admitió que “La Soga” envió a la institución “un chaleco antibalas, su arma de reglamento, su placa y su uniforme”.
“Sabemos que ese hecho no es un hecho criminal, prácticamente está haciendo una entrega de propiedades a quien debe de entregarlas, que es a la Policía Nacional”, señaló el vocero policial en ese entonces.
La orden de captura de la Policía Nacional reza de la manera siguiente:
“SE BUSCA: Sicario acusado de muerte a los señores: Elvis Sebastián Valerio Espinal y Luis Roberto Torres Ortega (A) Robert, en Santiago de los Caballeros, RD, por encargo de: Joan Silverio Ureña (A) Yoan y Bonel de Jesús Lanfranco Castro (A) Bonelly”.
Se le acusó de haber cometido unas 35 ejecuciones extrajudiciales durante varios años como teniente en Santiago.
Su búsqueda
“La Soga” se convirtió en el año 2011 en una de las personas más buscadas en República Dominicana. Las autoridades interpusieron una orden de captura internacional en la Interpol, para que alguno de los 192 países del mundo le detuvieran.
En el año 2011, el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, dijo que las últimas informaciones que tenían era que “La Soga” se encontraba en España. “La PN se puso en comunicación con interpol que le da seguimiento a ver si lo podemos capturar y ponerlo a disposición de la justicia”, dijo.
El jefe de la Policía Nacional de ese entonces, José Armando Polanco Gómez, le dijo al teniente prófugo “La Soga” que si es cierto que se consideraba su amigo, que se entregara a las autoridades por la vía que estime pertinente.
El alto oficial respondió también que el teniente Fernando de los Santos debía confiar en la Justicia, que será la que determinará su culpabilidad y potenciales penas por los delitos que se le imputan, como el de sicariato.
En tanto que el vocero policial de entonces, Máximo Báez Aybar, aseguró en varias ocasiones que más temprano que tarde el brazo fuerte y largo de la justicia llegará hasta él y lo apresará. “Tenemos auxilio de la Interpol que tiene presencia en 192 países en todo el mundo”, dijo.
“La Soga” fue asesinado la mañana de este miércoles en la calle Caonabo, del residencial San Francisco de Asis, en Gurabo. Tenía 49 años.