TOKIO. El consejo de administración de Mitsubishi Motors decidió hoy destituir a Carlos Ghosn como presidente, tras su detención hace una semana como sospechoso de cometer irregularidades fiscales relacionadas con su cargo al frente de Nissan.
La directiva de Mitsubishi votó hoy despojar a Ghosn de sus funciones de la firma, después de que la cúpula de Nissan le cesara también como presidente y anulara todos sus derechos de representación en el consejo de administración a raíz de las presuntas irregularidades.
Ghosn era el máximo responsable de Mitsubishi Motors desde 2016, cuando esta empresa pasó a ser controlada por la también nipona Nissan Motor para integrarse más adelante en una triple alianza junto a la francesa Renault.
Los siete miembros restantes del consejo directivo de Mitsubishi, presidido hasta ahora por el propio Ghosn, tomaron hoy esta decisión por unanimidad en una reunión celebrada en la sede tokiota de la compañía, según anunció hoy su CEO, Osamu Masuko, en declaraciones a los medios.
Masuko afirmó que “no hay motivos para mantener a Ghosn en el cargo” tras haber “perdido la confianza de Nissan”, y señaló además que sería “muy difícil” que el alto ejecutivo continuara desarrollando sus funciones al estar detenido.
El hasta ahora CEO de Mitsubishi ocupará provisionalmente la presidencia de la empresa hasta que se decida quién asumirá la dirección de forma definitiva en una junta de accionistas prevista para este mismo mes, explicó Masuko.
Ghosn, de 64 años, permanece en un centro de detención de Tokio desde el pasado lunes, cuando fue arrestado por las autoridades niponas como sospechoso de declarar cantidades inferiores a las que realmente percibió como alto dirigente de Nissan, entre otras irregularidades.
Mitsubishi anunció que está llevando a cabo una investigación interna para comprobar si se produjo alguna anomalía relacionada con los emolumentos de Ghosn por sus funciones dentro de la empresa, aunque por el momento señaló que no se ha hallado nada irregular.
El ejecutivo francobrasileño fue el principal artífice de la alianza que une desde hace casi dos décadas a Nissan y Renault y a la que posteriormente se unió Mitsubishi, y hasta su detención compaginaba los cargos de máximo responsable del grupo tripartito con puestos en las cúpulas directivas de cada uno de los tres fabricantes automovilísticos.