Por: Yesenia Marte
Dajabón, R.D. La violencia constituye un conjunto de hechos que atentan contra la integridad física y psicológica de una persona. Por otro lado, genero hace referencia a un individuo por sus características comunes sea hombre o mujer.
Desde hace décadas, se lucha contra la violencia hacia la mujer, sin embargo, ante esas constantes luchas, menos se logran los interés que se pretenden conseguir ya que en vez de disminuir, aumentan las agresiones contra la mujer.
¿Qué esta sucediendo?, ¿ Cual es el fallo?
Tanto protocolo, marchas, movimientos feministas y luchas basados en este tema puede que sensibilice a la población, que conmueva, pero, no erradica el problema.
¿Qué tal si en vez de victimizar a la mujer, la empoderamos de ella misma?
¿Por que no dejamos de luchar y nos volvemos mas productivas, mas seguras de nosotras mismas?
Los hombres son nacidos de una mujer, criados por una mujer, las mujeres somos entes de desarrollo, si se educa, se trabaja para una formación en valores, el panorama cambia.
Según investigaciones de diversos teóricos y analistas de la conducta, la personalidad, carácter y temperamento del individuo se forman en un 50% en el hogar (herencia), y otro 50% en el ambiente (sociedad), por tal razón, si cada quien cumple con su rol de educar en valores, de formar un hogar con respeto, disciplina y amor, no habría violencia contra la mujer, contra los hombres ni contra los niños.
No hay que luchar, hay que unir fuerzas para un país mejor, libre de agresiones.