Por dentro, la Fuerza Aérea de la República Dominicana es otro mundo. La gran fortaleza militar que sirve de sede a las alas que protegen nuestro cielo, no solo se destaca por la pulcritud de sus limpios espacios exteriores e interiores.
Allí se encuentra, también, una nueva generación de pilotos, alistados y profesionales de distintas áreas del saber que descuellan por la juventud, la disciplina y la entrega a sus labores.
Son hombres y mujeres de bien que se han formado tanto dentro como fuera del país para confirmar el compromiso y la responsabilidad con la profesión que han elegido.
Un recorrido no basta para descubrir la dedicación con que hacen su trabajo y el interés que ponen en ser mejores cada día.
Esa entrega supone que confundan los días con las noches y madrugadas, que estén preparados para cumplir la misión encomendada en cualquier momento y en la superación constante. Ellas y ellos no dejan de estudiar y preparase como los mejores.
Un recorrido por los distintos escuadrones donde se concentra el alma de nuestra defensa es fundamental para conocer el trabajo que en ellos se desarrolla.
Los diferentes escuadrones de Fuerza Aérea de República Dominicana (FARD) se definen además de tener misiones diferentes por la organización y el deleite de murales y galerías de los diversos comandantes que lo han dirigido con una larga trayectoria.
Escuadrón de Transporte Aéreo
A pesar de que el Escuadrón de Transporte Aéreo está en un proceso de remodelación, es evidente la limpieza y el modo en que operan sus soldados.
Desde un largo pasillo donde se observa la galería de imágenes históricas hasta el salón de las reuniones de los pilotos que planifican las salidas de las diferentes misiones en su día a día, se encuentra los valores y el sudor de todo un personal que se mantiene alerta para salir a la defensa de la patria y servir a toda costa a la sociedad dominicana, reflejadas dichas palabras en una tabla del escuadrón con los call sign de los pilotos y cada servicio con horas laboradas durante el mes en curso.
Según el capitán piloto Samuel de Moya, las diferentes misiones que realizan son operaciones de traslado de personal, de carga, de observación y patrullaje.
“Sobre tierra, sobre mar y mucho más” eslogan que aparece en la entrada del escuadrón y donde los pilotos y soldados pertenecientes al mismo llevan colgada en su pecho una ala que representa a la FARD y para su obtención estos deben pasar por un proceso de preparación y un arduo trabajo.
Según explicó de Moya, para alcanzar una de las alas, Piloto, Señor Piloto y Maestro piloto, hay que pasar por un colador muy fino.
“Yo duré cuatro años en la academia, éramos una generación de 150 personas y solo nos graduamos 25, de estos 15 optamos para hacer piloto y solo seis lo logramos después de dos años de escuela de aviación. Es un filtro muy fino para obtener el ala normal”, sostuvo el capitán.
Comando de las Fuerzas Especiales
“El entrenamiento debe ser tan fuerte que para nosotros hace que la guerra parezca un juego” es la frase que de forma repetida se le escucha de labios al primer teniente paracaidista Santana Manzanillo, quien sirvió de guía a los periodistas del Listín Diario en las instalaciones del Comando de las fuerzas Especiales de la FARD.
En el trayecto al campo de entrenamiento de los soldados, fueron dirigidos a la casa de despeje de área urbanizada, preparada para diferentes situaciones, de acuerdo a la necesidad que se requiere, es decir, utilizada para entrenar cómo entrar a edificaciones para rescate de personas, de rehén, combate cercano y cuando hay asuntos de terrorismo.
De repente, se escuchó un mandato ¡Procedan! Era la voz de Santana, el comandante de la unidad élite de Los Halcones, ordenando a sus soldados estar listos para cumplir una misión.
De forma cuidadosa, protegiéndose de uno a otros, avanzaban a una casa: No era un simple ejercicio cotidiano. Se trataba del rescate de un rehén. Después de contar de 1 al 5, de forma interactiva, sonó el primer disparo con municiones de salva.
El ambiente estaba tenso, pero la entrada a la vivienda fue un ejemplo de táctica estudiada minuciosamente. Dentro del inmueble, se trasladaban de una habitación a otra con apoyo logístico, para contrarrestar una supuesta amenaza o a un asaltante saliendo. A través de una comunicación codificada, la misión concluyó con éxito, llevando a un lugar seguro a los rescatados. El recorrido por el campo de maniobras no se quedó atrás. Otros entrenamientos, como el deslizamiento por una torre conocida como “La Verduga”, fueron impactantes.
El Comando de las Fuerzas Especiales se prepara para, en tiempo de paz, colaborar con el Ministerio de Interior y Policía en el mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana, y en tiempo de guerra para defender y preservar la integridad de la soberanía del pueblo dominicano, como se establece en sus principios. Esta unidad militar, aparte de las misiones propias, funciona como un centro de enseñanza.
Actualmente, allí se están viviendo cambios importantes al incorporar personal femenino de manera operativa en sus escuadrones orgánicos, donde hay 28 mujeres que terminaron el entrenamiento básico militar. Entre ellas se destaca la raso Shakira Cruz, quien pertenece a la Unidad Élite de Los Halcones, además de ser estudiante de medicina.
Cruz lleva ocho meses dentro de la guerrilla, expresó que su deseo de pertenecer a las filas militares se da porque creció en una familia militar.
Asimismo, dijo que en su unidad no mira si ella es mujer, ya que todos deben trabajar por igual y con respeto. En lo personal, indicó, le gusta trabajar con hombres por la cantidad de “cosas que aprende a diario”.
“La sociedad te limita cuando quieres ingresar a una institución militar, te dicen eso es para hombres, no podrás hacerlo, porque no conocen el procedimiento ni el trabajo que realizamos, y si se puede. No soy la única; hay muchas mujeres aquí que son testigos de eso”, aseguró.
Las Fuerzas Especiales
El grupo de Fuerzas Especiales fue creado el 7 de agosto de 1963, con asiento en la base aérea San Isidro. Estuvo integrado por el primer y segundo Escuadrón de Paracaidistas. El 1 de noviembre de 1978 fue creado el tercer Escuadrón de Paracaidistas, dependiente del Comando de Seguridad de Base. El mayor paracaidista. Darío L. Díaz Gil. fue el primer militar dominicano graduado en curso de paracaidismo.
El raso Pierret se lució en la pista por “Los Escorpiones”
El raso Junior Alexandro José Pierret, que pertenece al Escuadrón Élite de Combate “Los Escorpiones”, se coronó como ganador en modalidad individual de la pista de obstáculos en la segunda competencia “Gran Escorpión Aéreo del Comando de Seguridad de Base”.
Pierret, que decidió entrar a las filas militares por un tío que también forma parte del ente aéreo militar, dijo estar “súper orgulloso” y “contento”, tras obtener el premio por haber recorrido la pista en el menor tiempo.
“Una de las cosas que yo me enfoco es hacer todo lo que hago bien, poner de mi parte y mucho trabajo para luego tener el éxito”, emocionado comentó, y agregó que no tiene límite porque quiere darlo todo para poder alcanzar las metas trazadas.
También señaló que tener temor a Dios, ante todo, y tener disciplina, llevarse de los superiores para obtener resultados, “es la clave para seguir escalando.
Por su parte, el teniente coronel paracaidista Francisco Junior Morel Hernández, comandante del Comando de Seguridad de la base, dijo que la unidad bajo su mando es la más operativa dentro de la Fuerza Aérea.
Asimismo, indicó que la pista de obstáculos tiene como propósito el fortalecimiento físico de los soldados y desarrollar el trabajo en equipo.
Esta es una iniciativa que tuvo lugar en 2020, a la que dan seguimiento por el resultado que obtienen los soldados.
El evento se realiza cada 4 y 5 meses, pero se practica cada cinco días, en la que otras unidades son invitadas a ser parte.