Los residentes del barrio Villas Agrícolas del Distrito Nacional denunciaron que viven bajo el azote constante de la delincuencia a toda hora, situación que los ha obligado a no salir después de las 9:00 de la noche y a reforzar la seguridad de sus hogares y negocios.
“Por aquí atracan a toda hora, esto aquí es un desastre, un peligro”, dijo con indignación el lugareño Guillermo Beltré.
Según el ciudadano, no han valido las quejas de los comunitarios ante las autoridades, porque la situación en los últimos meses se les ha salido de control.
Descontrol
“No son de aquí los delincuentes, ellos bajan a atracar, pero, de todos modos, no hay un control, no hay patrullaje, estamos a nuestra suerte”, dijo Beltré a periodistas de LISTÍN DIARIO.
Los dueños de establecimientos comerciales también han optado por cerrar sus puertas más temprano para evitar ser víctimas de los desaprensivos. Dijeron que la situación es aún más crítica en los alrededores del concurrido mercado de la avenida Duarte.
Otro tormento
“Un verdadero dolor de cabeza”, así describen los habitantes de Villas Agrícolas la situación que se vive en ese sector del Distrito Nacional cada vez que se inundan sus calles a causa de los aguaceros e incluso con una simple llovizna.
La señora Yolanda Vázquez comentó que a la mayoría de las casas y establecimientos comerciales de esa zona tienen que construirles una especie de pequeño muro de contención en su entrada, para evitar que la cantidad de agua residual que se acumula en las vías se adentre a sus viviendas.
“Si no ponemos ese muro perdemos todo y ojalá eso fuera lo único malo, cuando se posa el agua tarda días en drenarse y deja un enorme lodazal”, dijo la lugareña.
Otros residentes se sumaron al reclamo y agregaron que la situación también es una amenaza para la salud de los comunitarios, ya que muchos de los enormes charcos “también están llenos de basura y esa agua lo que hace es llamar enfermedades”.
Sobre cómo afectó a la zona el paso del huracán Fiona por el país la semana pasada, el ciudadano comentó que aunque, afortunadamente, las lluvias no fueron tan fuertes como en otras provincias, el sistema cloacal colapsó y las calles permanecieron inundadas por varios días.
Los vecinos tuvieron que colocar blocks en las aceras y optar por salir descalzos para evitar ensuciarse a la hora de salir a sus trabajos y diligencias. “Imagínese usted, si hubiese llovido más, nos ahogamos”, manifestó un residente.
Durante la temporada ciclónica, los habitantes se mantienen en vilo ante la llegada de cualquier fenómeno por temor a que las aguas residuales se cuelen en sus viviendas y deterioren sus pertenencias.
SEPA MÁS
Infructuosos.
Aunque los residentes de Villas Agrícolas han denunciado la calamidad ante las autoridades municipales y la Corporación de Acueductos y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), aseguran que sus esfuerzos han sido inútiles. “Ellos vienen, hacen un par de hoyos, y luego se van, pero el problema sigue”, dijo José Antonio Baldera, propietario de una cafetería en el sector.