“¡No hay agua! ¡No hay agua!”, eran las palabras que repetían una y otra vez vecinos del barrio Enriquillo, en el kilómetro 8 de la carretera Sánchez, ante la escasez del líquido que ha hostigado a esa demarcación del Distrito Nacional.
Tras ser cuestionados por reporteros de LISTÍN DIARIO acerca de la situación actual con el suministro de agua, moradores se encontraban “al grito” denunciando que tienen alrededor de “15 días” sin recibir el servicio.
“¡No hay agua! Nada de agua. Más de 15 días sin agua, ni para bañarse hay. No he podido lavar mi ropa por eso”, se quejó una residente del sector Enriquillo.
Los galones repletos de agua y los camiones que la comercializan se han convertido en los mejores aliados de los vecinos a la hora de abastecerse.
“Es con botellones que nos estamos bañando y en la mañana nada más, porque quién va a estar comprando botellones de agua a cada rato”, dijo la moradora.
También, trasladarse de un lugar a otro cargando uno o dos galones se ha vuelto una costumbre en estos tiempos de escasez. Además, residentes han tenido que limitar los quehaceres en el hogar.
Esa realidad, de igual forma, le ha afectado económicamente a María Teresa Genao, quien vive en esa demarcación desde hace más de 10 años: “Uno tiene que salir a buscar agua y no hay dinero para comprarla”, agregó.
Genao se ha visto en la obligación de acudir a la casa de una vecina para suplirse de agua, ya que, según ella, en su hogar no ha llegado desde hace aproximadamente dos semanas.
Ese sector se ha sumado a los demás barrios del Distrito Nacional como de los municipios Santo Domingo Norte, Oeste y Este que se han visto afectados por la limitación en el suministro del agua.
Barrios como Palma Real, en la avenida República de Colombia, Las Flores, en el sector Pantoja, Pueblo Nuevo, en Los Alcarrizos, y Arroyo Bonito, en Manoguayabo, son de las tantas demarcaciones capitalinas afectadas hasta el momento.
Agua putrefacta
“El agua con olor a cloaca”, así lo describió la residente Claritza Santiago, quien expuso otra de las quejas que mantiene en zozobra a residentes del sector Enriquillo durante dos meses.
“La situación de aquí es que cuando llega el agua y que ponemos la bomba, tenemos que quitar la manguera porque huele a cloaca. Eso nos va a enfermar aquí. Un día íbamos a lavar y tuvimos que parar, porque quién iba a lavar con ese mal olor de esa agua”, explicó Santiago.
Déficit en Santiago
A raíz de la sequía que impacta varios de los embalses a nivel nacional, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) ha anunciado diversas medidas para mitigar los efectos de la escasez de agua. La institución precisó que tiene un déficit que ronda los 27 millones de galones diarios, lo que representa 18% de pérdida de producción.