ROMA.- El prefecto para los institutos de la Vida Consagrada del Vaticano, Joao Braz de Aviz, reconoció públicamente que la iglesia católica encubrió por 63 años los actos de pederastia de Marcial Maciel, religioso mexicano fundador de los Legionarios de Cristo y amigo del papa Juan Pablo II.
Braz de Aviz confirmó la complicidad de la cúpula católica en entrevista con la revista “Vida Nueva” y acusó a los protectores del pederasta de pertenecer a la mafia y no representar los principios de la iglesia.
Fu en 1997 que, en una carta al entonces papa Juan Pablo II, un grupo de seminaristas decidió denunciar públicamente los abusos sexuales de Maciel. En 1998, la Congregación para la Doctrina de la Fe abrió de manera formal un proceso en su contra y a partir de ese momento cientos de víctimas comenzaron a alzar la voz.
De acuerdo a lo revelado por Braz de Aviz, fue desde 1943 que la Santa Sede tuvo conocimiento documentado de los ataque sexuales del sacerdote. Las acusaciones siguieron acumulándose y en octubre de 1956 y febrero de 1959, el entonces gran inquisidor romano, Alfredo Ottaviani, lanzó investigaciones formales contra el fundador de los Legionarios, mismas que permanecieron sin repercusión alguna hasta la década de su muerte.
“Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque sólo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error”, señaló el prefecto en la entrevista.