José Alberto Adames (Canelo) “trabajaba para los policías de Sabana Grande de Boyá y para los de Pantoja”, denunciaron sus familiares de entre llantos por su muerte.
Los familiares aseguraron que su muerte fue una ejecución ya que este tenía la intención de entregarse cuando llegaron los agentes. Explicaron que en su búsqueda llegó un fuerte contingente policial, pese a que este no representaba un peligro.
Según estos la decisión de dejar su vida delictiva y dedicarse a su hija de ocho meses le perjudicaba a los agentes policiales, por lo que supuestamente recibió varias amenazas, de que si lo hacía lo matarían.
“El no era un santo, pero era una persona que no le hacía daño a nadie, ellos eran que lo tenían así, no podía dormir, no podía comer, no podía estar tranquilo, ellos sabían que no estaba robando”, dijo la pareja sentimental de Canelo.
“Le dijeron que si se entregaba lo iban a mandar a matar, a la cárcel de Victoria e iban a matar, ¿Por qué?, para que él no hablara, y él le pidió auxilio, abrió los brazos, y acribillaron, lo mataron como quiera”, expresó su madre.
Mientras que aseguran, las autoridades le adjudicaban delitos que no eran de él, duraba unos días preso y luego era puesto en libertad.