Los harineros que preparan algunos de los productos para el desayuno escolar como el pan y la galleta, no podrán seguir haciéndolo más allá de esta semana, debido a los atrasos en los pagos del Gobierno, que les imposibilita seguir adquiriendo materia prima, y despachando el producto final.
Los industriales de la harina reclamaron que por estos atrasos se están viendo afectados unos 204 suplidores a nivel nacional, a los cuales se les adeudan más de mil millones de pesos, ya que llevan unos 180 días sin recibir un pago.
La Cooperativa de Servicios Múltiples Procesadores de Harina (Cooproharina), entidad que financia a los productores para que ofrezcan sus productos, informó que en seis meses de financiamiento, les ha prestado más de 700 millones de pesos a los pequeños empresarios para que no dejen de dar el servicio, pero que ya no podrán hacerlo porque han agotado su capacidad de endeudamiento interna y externa.
El contrato entre los harineros y el Estado se hizo a través del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), con quien se acordó que los pagos fueran cada 60 días a partir de la presentación de la factura, pero que ya llevan 180 y sin fecha de recibirlo.
“Los recursos que tiene la cooperativa destinados al desayuno escolar ya se agotaron, y por ende a aquellos suplidores que no le han pagado agosto ni septiembre, la cooperativa no le puede seguir despachando”, explicó Héctor Delgado, presidente de la cooperativa.
El presidente de la Unión de Medianos y Pequeños industriales de Harina (Umphi), Aaron David Dinzey, informó que se han reunido unas ocho veces con el propio director del Inabie, René Jáquez Gil, y con su directora financiera, pero que los pagos no se materializan, por lo que hacen un llamado al Gobierno Central a agilizar los pagos.
“El desayuno escolar inició el 17 de agosto de 2018, y a la fecha, ni siquiera el 40 por ciento de los panaderos han recibido el pago de agosto y septiembre”, expresó el representante de los harineros.
No obstante esta situación, el día 18 de cada mes deben tributar con el Impuesto sobre Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS), más el impuesto anual denominado “anticipo”.
“Los recursos que tiene la cooperativa destinados al desayuno escolar ya se agotaron, y por ende a aquellos suplidores que no le han pagado agosto ni septiembre, la cooperativa no le puede seguir despachando”, explicó Héctor Delgado, presidente de la cooperativa.