Por Franklin Domínguez
Monseñor Agripino Núñez Collado, por muchos años estuvimos de su lado en Santiago desde la Universidad Pontificia Madre y Maestra, dónde nos apoyo para los estudios de Edecán Etiqueta y Protocolo, para la celebracion de los Juegos Santiago 1986.
El propósito de ser figura importante en los juegos centroamericanos y del caribe Santiago 86, tuvimos el privilegio de ser director de arte y cultura y de maestro de ceremonia de los eventos, gracias a la PUCMM universidad que dirigía Agripino, pudimos alcanzar esa meta, además; en el año 1990 Agripino Núñez Collado a través de su universidad por el Ceyce nos permitió prepararnos en el área de comunicaciones para «computación para periodismo» cuando el sistema del internet aún era desconocido. Gracias a su visión nosotros fuimos los más adelantados pudiendo ser maestro de escuelas de modelaje y profesor de periodismo y locución.
Entonces tengo motivo para despedirlo con sinceridad y agradecimiento.Desaparece un grande de República Dominicana, apegado a los principios de la Iglesia Católica Romana y Apostólica, pero con el deber cumplido de ser un dominicano destacado, un adiós para Don Agripino Núñez Collado.