Con agresiva intensidad, el mosquito Anopheles está atacando de nuevo a las empobrecidas comunidades de Santo Domingo Oeste, especialmente las que viven próximas o dentro de espacios cenagosos, cobrándose ya un número de contagiados que sobrepasa los parámetros tradicionales.
Lo que existe allí es un brote, reconocido por el Ministerio de Salud Pública, que ha actuado con prontitud para contenerlo.
Las medidas que aconseja el protocolo de prevención y remediación han sido tomadas en estos días, pero dada la alta vulnerabilidad en que se encuentran los residentes de La Ciénaga, Hato Nuevo, Cristal y Los Alcarrizos, los riesgos de una propagación son mayores.
Como estamos en temporada de lluvias recurrentes y el mosquito Anopheles se incuba y se multiplica en los criaderos dejados por agua acumulada en envases, en charcos callejeros o lodazales, la mejor tarea de combate es la eliminación de estos focos y la fumigación de las áreas pobladas.
Las personas picadas por el mosquito experimentan fiebre con escalofríos y sudoración profusa, dolor de cabeza, muscular, pierden el apetito y sufren anemia.
Lo que está haciendo Salud Publica es identificar a los contagiados o personas que han tenido contacto con estos para proporcionarles los tratamientos adecuados.
Aunque el brote está localizado, en esta etapa agresiva y profusa, en Santo Domingo Oeste, ningún barrio de la capital ni ninguna región del país escapa a los ataques del mosquito Anopheles, sobre todo en temporadas de muchas lluvias.
Así que lo aconsejable es que las familias procedan a eliminar los depósitos de agua estancada en sus hogares y barrios y avisar a las autoridades cuando se registren los casos febriles, de modo que las brigadas puedan intervenir para minimizar los riesgos