Tres psiquiatras consultados por LISTÍN DIARIO estiman que la salud mental en el país está en crisis y rezagada, en medio de una mayor demanda de servicios en esa área, además de las deficiencias en la educación y la falta de conciencia al momento de necesitar consultar a profesionales de la conducta.
El ex director de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, Ángel Almánzar, asegura que ha aumentado significativamente la población, en sus diferentes segmentos, que demanda atención de salud mental en los servicios de salud públicos y privados del país, llegando a niveles que en ocasiones pueden considerarse alarmantes.
El psiquiatra dijo que mientras eso ocurre, no hay planificación ni voluntad política para afrontar desde el sistema de salud y el Estado la crisis de salud mental que prevalece en el país y las necesidades de la población que requiere de esa atención.
Señala que para saber la situación de la salud mental en República Dominicana sólo hay que plantearse algunas preguntas y las respuestas darán a conocer su verdadero estado, como son si hay una población creciente que tiene condición de salud mental y si hay planificación y voluntad de soluciones.
«Actualmente en el país hay un incremento considerable, a veces alarmante, de los casos de personas que tienen algún tipo de salud mental, que requieren intervención, y que no tienen los medios económicos para asistir a un centro privado o que el servicio público de salud no le ofrece esas atenciones por falta espacios físicos adecuados”.
ÁNGEL ALMÁNZAREX DIRECTOR DE SALUD MENTAL
Dijo que la salud mental está en crisis porque falta gerencia, planificación, asignación presupuestaria, servicios públicos de calidad y suficientes con protocolos adecuados y, sobre todo, falta voluntad política para seguir dando los pasos en la transformación que se inició en el 2015.
El doctor Almánzar fue consultado en torno a la inquietud presentada por LISTÍN DIARIO en su editorial titulado “La salud mental en declive”, en el que sugirió declarar un SOS por la salud mental, antes de que la situación se haga más inmanejable. Como primer indicador para determinar la condición de salud mental, el doctor Almánzar pregunta si hay una población creciente que tiene condición de salud mental que amerita atención en los servicios públicos y privados, y que la respuesta es sí.
Señala que esa población no tiene cobertura médica a través de la seguridad social para atender su salud mental, porque las aseguradoras de salud privadas, salvo el Seguro Nacional de Salud (Senasa), niegan ese derecho.
A nivel público, agrega el psiquiatra, no hay espacios, ni políticas públicas, ni planes, ni gestión suficiente para dar una respuesta eficiente.
Su segunda pregunta, sobre si hay planificación, responde que falta mucha planificación, ya que hay un plan de salud mental 2019-2022, que tiene 15 indicadores, pero no se sabe el resultado de la evaluación de esos indicadores.
Su análisis, dijo, permitirá dar un retrato de la situación, iniciando con que en el país está reprobado en gasto público dirigido a la salud mental, y lo mismo ocurre con los indicadores que marcan la tasa de psiquiatras, psicólogos y enfermeras especialistas en salud mental por 100 mil habitantes y su distribución por provincias, entre otros.
Dijo que a eso se suma que no hay atención de salud mental con enfoque comunitario.
Para el psiquiatra José Miguel Gómez, República Dominicana tiene una amplia lista pendiente de solución en materia de salud mental, por lo que no está, ni vive, ni ha alcanzado el bienestar en salud mental, contrario a como se establece en el informe global que coloca al país como número uno en la lista mundial en ese aspecto.
El especialista en la conducta humana dijo que el bienestar mental se mide como indicador de otros bienestares alcanzados de una población, como son social, espiritual, familiar, financiero, emocional y psicológico y la felicidad.
Explicó que durante la pandemia del Covid-19, se estableció un acceso rápido, con la apertura de líneas telefónicas de apoyo, con psiquiatras y psicólogos disponibles, por la demanda de la población con problemas de depresión, ataque de pánico, trastornos de ansiedad, abuso de sustancias, conflictos de pareja y familia, “pero no estamos, ni vivimos, ni hemos alcanzado el bienestar en salud mental.
Señala que como pasado director del hospital Psiquiátrico Padre Billini (ahora Centro de Rehabilitación Psicosocial), con una maestría y postgrado en salud mental hospitalaria y como psiquiatra, puede asegurar que República Dominicana no ha alcanzado ese bienestar y que tiene pendiente indicadores fuertes en materia de salud mental.
Entre los temas pendientes de solución, el especialista señala que República Dominicana sigue siendo de los países que menos invierte en salud mental, ya que del presupuesto de Salud Pública menos del uno por ciento se dedica a esa área.
Todavía, agrega el especialista, el país tiene un déficit de más de 200 camas hospitalarias para una población de 10 millones de habitantes; hay exclusión de cobertura en salud mental y la ley de salud excluye en las ARS el acceso a cobertura en medicamentos para esos pacientes.
A esto se suma, agrega Gómez, que hay un déficit de más de 200 psiquiatras a nivel nacional, hay comunidades en provincias del sur lejano que no tienen acceso a servicios de salud mental y el país tiene pendiente los programas de rehabilitación y de reinserción social de los pacientes que deambulan por las calles, que van creciendo.
«El país tiene también una normalización de la violencia de género, violencia social, de inseguridad ciudadana, indicador que queda en segundo lugar en las encuestas políticas que se realizan dentro de la preocupación de la población»
JOSÉ MIGUEL GÓMEZPSIQUIATRA
Dijo que también hay que tomar en cuenta que en el país la tercera demanda de camas hospitalarias de salud mental está vinculada al consumo de drogas, por lo que se requiere más unidades de desintoxicación y rehabilitación.
Esos temas, asegura, revelan que no se ha alcanzado el bienestar mental, lo que sí se alcanzó durante la pandemia fue movilizar la logística para mantener los servicios de salud mental abiertos, llámese los teléfonos que se pusieron al servicio de la población, con psiquiatras y psicólogos disponibles.
Estos servicios, señala, se mantuvieron por la demanda de la población por problemas de depresión, ataques de pánico, trastornos de ansiedad, abuso de sustancias, conflictos entre parejas y en las familias. “Eso tuvo acceso rápido por la pandemia, pero no estamos, ni vivimos, ni hemos alcanzado el bienestar en salud mental”, añadió el psiquiatra.
Un informe del grupo de expertos con sede en Estados Unidos ubica a República Dominicana a la cabeza de la lista mundial de bienestar en término de estado de ánimo, perspectiva de vida y autoestima en el 2023, ocupando una puntuación de 91 de bienestar mental, cuando el promedio global era de 65.
HAY BAJA EDUCACIÓN
Aunque reconoce que el país tiene que prestar atención a la salud mental, el psiquiatra Héctor Guerrero Heredia es de opinión que la salud mental no es el principal problema que afecta a la población dominicana, sino la falta de educación y de conciencia de ir al psiquiatra cuando se necesita.
Dijo que, viendo las opiniones de psicólogos y psiquiatras emitidas en Listín Diario sobre el tema, concuerda con ellos en el hecho de que la salud mental debe ser atendida y que se necesitan unidades de atención y psiquiatras, pero plantea también que el problema real del país no es de salud mental sino de educación.
Esto se explica, agregó el especialista en psiquiatría, en los resultados de las mediciones internacionales de educación y bienestar, donde se exhibe una combinación letal en el pueblo dominicano de ser los peores en educación y los más felices.
Aseguró que el país no tiene indicadores en salud mental peores que el resto del mundo, sino todo lo contrario, y que lo que pasa es que los pacientes de salud mental en República Dominicana están mal manejados, submedicados, y pocos acuden al psiquiatra y al psicólogo, justamente por la baja educación y nivel intelectual de la mayoría de la población.
Al cuestionar declaraciones de la presidenta del Colegio Dominicano de Psicólogos, Abril Arias, Guerrero Heredia dice no saber de donde ella sacó las cifras de que 37% al 40% de los dominicanos sufre de una enfermedad mental, ya que no hay estudios realizados en el país sobre el tema.
Señaló que la tasa de suicidio del país es de las más baja del mundo y que tampoco hay más personas afectados de salud mental que lo que ocurre en otras naciones.
«Más que un problema de salud mental, el país lo que tiene es un problema de educación y concientización para que los pacientes que sufren de salud mental vayan al psiquiatra».
HÉCTOR GUERRERO HEREDIAPSIQUIATRA
Dijo que no es posible que se pretenda que todo el que se gradúa de una licenciatura en psicología tenga que ser integrado al sistema, porque para trabajar el área de psicología clínica se necesita hacer una maestría, ya que “un psicólogo mal entrenado hace más daño que bien y eso mismo puede suceder hasta con los psiquiatras”.
Al referirse al editorial de Listín Diario donde se habla del estrés, el tránsito, los problemas económicos como causas principales que afectan la salud mental de la población, el especialista de la psiquiatría consideró que el enfoque no es correcto, señalando que toda la vida en todas las sociedades ha habido estrés y que éste no es el momento de mayor estrés en República dominicana.
Señaló que el país lo que tienen en estos momentos es un caos del tránsito, que no es producto de un problema de salud mental, sino de ignorancia y falta de educación ciudadana, ya que “nuestro mayor mal es la falta de educación del pueblo”, dijo.
Doris Pantaleón