Quince años después de su creación, Fracebook ha avanzado en el objetivo de Mark Zuckerberg de conectar el mundo. Pero en el camino ha cometido errores de calibre que han convertido a algunos de sus seguidores en detractores.
La red social fundada en febrero de 2004 en la residencia de estudiantes de Zuckerberg en la Universidad de Harvard camina por su adolescencia con la carga de ser responsabilizada por su comportamiento, en un mundo donde no todo el mundo tiene siempre las mejores intenciones.
Facebook ha cosechado un éxito sin precedentes, siendo capaz de reunir en una misma red a más de 2.300 millones de personas de todo el mundo que usan la plataforma para compartir datos, obtener información y conectarse con gente nueva.
Pero sus críticos le recriminan precisamente estar más centrada en el crecimiento que en proteger a los usuarios o vigilar los eventuales fraudes, la intimidación y el hostigamiento.
“Es una empresa muy poderosa que ha creado un producto adictivo del que dependen muchas personas”, dijo el autor y analista Josh Bernoff.
“Por eso hay una tremenda responsabilidad”.
Facebook fue sacudida el año pasado por una serie de escándalos sobre la protección de datos y la privacidad, así como por preocupaciones de que la red social más grande del mundo haya sido manipulada con fines políticos.
La compañía se ha enfrentado a un escrutinio cada vez más estrecho sobre cómo recopila datos personales de los usuarios y cómo comparte esa información con sus socios para ofrecer publicidad personalizada.
“Enfrentar la madurez”
“Después de los reveses de 2018, ya no es elogiada por su innovación. Es examinada y criticada por cada uno de sus movimientos”, dijo la analista principal de eMarketer, Debra Aho Williamson.
“A sus 15 años, Facebook se está enfrentando a la madurez. Ya no es solo una empresa emergente”.
Facebook es la segunda, solo por detrás del coloso Google, en ingresos por publicidad digital en todo el mundo y es la propietaria de algunas de las aplicaciones para teléfonos inteligentes más usadas.
La plataforma está detrás de las aplicaciones gratuitas Instagram, Messenger y WhatsApp, cada una de las cuales tiene más de mil millones de usuarios.
A sus 34 años, Zuckerberg renovó recientemente su defensa del modelo de negocios de la red social, convencido de que Facebook no vendió datos de usuarios.
El fundador de la red social sostuvo que la compañía gana dinero al focalizar los anuncios en base a lo que aprende sobre los usuarios, manteniendo así el servicio gratuito.
Bernoff vio la última defensa de Zuckerberg como una manera de afirmar que Facebook está aquí para ayudar a la gente y, por lo tanto, que es de confianza. “En el capitalismo hemos aprendido que cuando las empresas obtienen mucho poder y dicen que están haciendo lo que es mejor para usted, debemos controlarlas más”, dijo el analista.
Si la historia es un indicador, entonces la verdadera amenaza de Facebook podría ser un cambio de estilo de vida hacia una forma diferente de interactuar con los ordenadores.
Bernoff cuestionó que Facebook esté preparada para el auge de los altavoces inteligentes que utilizan Google Assistant y Amazon Alexa. “El futuro estará cada vez más relacionado con la voz y con las empresas y personas que interactúan a través de agentes inteligentes”, explicó.
“Las personas cambian la forma en que interactúan con el mundo, y no hay garantía de que Facebook tenga un lugar allí”.
El analista duda, no obstante, de que los usuarios abandonen Facebook por problemas de confianza.
A pesar de la ola de escándalos que ha sacudido a la compañía, obtuvo una ganancia récord de 22.000 millones de dólares en 2018, año en que los ingresos aumentaron a 55.000 millones.
Trolls incentivados
Facebook ha reconocido, sin embargo, que necesita hacer más esfuerzos para restaurar la confianza.
Actualmente, la red social emplea a más de 30.000 personas en seguridad e invierte miles de millones de dólares en este campo, según Zuckerberg.
“Los trolls tienen un incentivo financiero para pervertir el funcionamiento Facebook, y prevenirlo le cuesta caro a Facebook”, dijo Bernoff.
Y si bien Zuckerberg ha conectado el mundo desarrollado, hay una gran del planeta ajena a la red social.
Según eMarketer, el 46,7% de los usuarios de internet, o poco más del 23% de la población mundial, utiliza la aplicación principal de la red.
“Facebook tendrá que hacer del crecimiento internacional la prioridad más importante para este y los próximos años”, advirtió Williamson.
De acuerdo con la analista, la compañía tiene que liderar la lucha por socavar la manipulación y las noticias falsas, proteger los datos del usuario y mantenerse al día con las cambiantes preferencias de comunicación de los consumidores.
El objetivo personal de Zuckerberg para 2019 es convocar una serie de foros públicos sobre cómo la tecnología puede servir mejor a la sociedad.
“Participaré más en algunos de estos debates sobre el futuro, los compromisos que enfrentamos y hacia dónde queremos ir”, escribió Zuckerberg en una publicación de Facebook en la que revelaba sus objetivos.