WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald Trump, y los líderes demócratas han cruzado sus espadas en horario de máxima audiencia.
Primero Trump se dirigió a los estadounidenses en un discurso solemne de ocho minutos en el que defendió la necesidad de construir del muro con México, cuya financiación ha desatado la actual batalla política que mantiene cerrada parte de la administración estadounidense.
“Mis queridos compatriotas, hoy les hablo porque hay una crisis humanitaria y de seguridad creciente en nuestra frontera sur -comenzó Trump- (…) E_stados Unidos acoge con orgullo a millones de inmigrantes legales que enriquecen nuestra sociedad y contribuyen a nuestra nación. Pero todos los estadounidenses se ven afectados por la inmigración ilegal e incontrolada (…) Como parte de un plan general fronterizo, los organismos de seguridad han solicitado 5.700 millones de dólares para construir una barrera física “._
Hasta el último momento planeó el temor de que el presidente estadounidense declarar la emergencia nacional, un mecanismo que le hubiera permitido usar fondos militares para construir el muro, pero que, al mismo tiempo, habría sido como una declaración de guerra política en Washington.
Apenas terminado el discurso, los líderes demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el Senado, Chuck Schumer, respondieron a Trump de forma inédita en las principales cadenas de televisión.
“Queridos compatriotas -comenzó Chuck Schumer, repitiendo el modelo del discurso presidencial-. Nos dirigimos a vosotros por una sola razón: el presidente, al no lograr que México financie un muro ineficaz e innecesario e incapaz de convencer al Congreso y al pueblo estadounidense de que paguen la factura, ha cerrado el Gobierno. La democracia estadounidense no funciona así. No gobernamos por rabietas”.
La batalla televisiva se produjo tras 18 días de cierre de parte de la Administración estadounidense por falta de presupuesto debido a la disputa por el muro, que ha provocado que 380.000 empleados públicos permanezcan parados y sin sueldo y otros 420.000, considerados esenciales, sigan trabajando, pero también sin recibir remuneración.