Leonel Fernández confirmó su intención de presentarse como candidato presidencial en las próximas elecciones en un vistoso y concurrido acto, en el que además ofreció un buen discurso resaltando la obra de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, y de forma particular las ejecutorias del presidente Medina haciendo especial énfasis en algunos de sus pilares como la inversión en aulas, la tanda extendida, el sistema 9-1-1 y las visitas sorpresa.
Hizo bien el expresidente en defender las gestiones de su partido, que con luces y sombras, han transformado este país. Y no sólo en materia de infraestructura, pues la República Dominicana ha dado un salto enorme en el orden institucional y en cuanto a libertades y derechos sociales y políticos. Este país es otro, con una economía cinco veces más grande, con mayor bienestar y menor pobreza…
Por supuesto que quedan tareas pendientes, y que incluso en los últimos años algunos problemas se han agravado, pero en sentido general las gestiones del PLD han sido buenas, y sin embargo, los conflictos internos han limitado el vigor de las defensas ante los ataques y denuestos que han conseguido que un segmento de la sociedad asocie el peledeísmo a la corrupción y la impunidad, en lugar de al progreso y el crecimientoÖ Y esa es la “marca partido” con la cual han ganado seis elecciones consecutivas, y con la que se supone esperan ganar nuevamente en el 2020.
También acertó el expresidente cuando lanzó un ramo de olivo a Danilo MedinaÖ Porque aunque en el entorno de Leonel haya algunos desorejados que abrigan la idea de que pueden ganar las elecciones sin contar con el apoyo total e irrestricto de Danilo y sus seguidores, y que incluso algunos llegan al extremo de pensar que pueden volver al Palacio Nacional haciendo oposición al actual gobiernoÖ Leonel Fernández ha sido tres veces Presidente de la República, y sabe que para que una eventual candidatura suya tenga opciones en las elecciones del 2020, no sólo necesita la unidad monolítica de su partido, sino también del apoyo total y decidido del presidente Medina, y que por tanto los ataques al Gobierno que salen desde su sector operan en contra de sus intereses.
Fernández bien se pudo ahorrar las analogías sobre las reglas del baseball y las leyes de tránsito. A fin de cuentas a él nadie lo acusó de pretender correr por tercera vez o de querer llevarse el semáforo y el poste de luz cuando en el 2011 los “ingenieros constitucionalistas” andaban promoviendo una locura continuista, y Danilo tiene el mismo sentido de la historia e inteligencia política que tuvo Leonel para reconocer en aquel que no podía lanzarse en una nueva aventura reeleccionista.
Pero incluso esos “pellizcos” hay que entenderlos como parte de un discurso que buscaba dejar claro que en esta oportunidad Fernández va a llegar hasta el final en procura de alcanzar la nominación de su partido… Lo incomprensible, sin embargo, son los golpes que apenas concluido el acto comenzaron a lanzar en contra del Gobierno y de colaboradores del presidente Medina algunos de sus parciales.
Un grupo de los llamados “guerrilleros digitales” acusaron al Gobierno de estar detrás de un “apagón digital” que se produjo el pasado domingo, a pesar de que la empresa Claro explicó que se trató de una avería. Y en el trascurso de la semana colaboradores, comunicadores y articulistas cercanos a Fernández, en lugar de asumir el tono de su líder y morigerar sus discursos, arreciaron sus embates en contra de Danilo.
La muestra más elocuente la ofreció Franklin Almeyda, miembro de Comité Político y a quien se le atribuye cercanía absoluta con el expresidente, que acusó directamente al ministro administrativo de la Presidencia y estrechísimo colaborador del presidente Medina, José Ramón Peralta, de bajar líneas a “comentaristas” afines para que restaran lucidez al evento del domingo 26.
Construir un proyecto político exitoso conlleva mucho esfuerzo y sacrificio, hay que trabajar y recorrer miles de kilómetros peinando el país para organizar a la genteÖ Y muchos seguidores de Fernández llevan más de un año en esoÖ Y a esa gente que trabaja arduamente por su candidatura, le provoca un enorme desconcierto que Leonel permita que algunos sus colaboradores —entre los cuales hay quienes trabajan entre poco y nada— atenten de forma tan imprudente contra la imprescindible unidad partidaria.
La tolerancia que muestra Fernández ante estos “incontrolables” resulta sorprenderteÖ Sobre todo porque sus amigos de verdad —esos que lo acompañan por admiración y lealtad y no motivados por la desesperada necesidad de retornar a un cargo público— están cansados de advertirle que debe controlar a esos que destruyen con los pies lo que otros construyen con las manos.