El Partido de la Liberación Dominicana era una organización política pequeña, que en las elecciones del año 1994 apenas alcanzó el 13%. Fue bajo los hombros del Partido Reformista y el doctor Balaguer –a través del Frente Patriótico– que el doctor Leonel Fernández ascendió al poder en 1996, después de ganar muy estrechamente la segunda ronda electoral al doctor Peña Gómez y al PRD.
Una prueba de su falta de empuje se confirmó en los comicios del año 2000, donde su candidato presidencial, el licenciado Danilo Medina, solo pudo obtener un 25%, a pesar de que el PLD era el partido gobernante. La presencia de Balaguer en esos comicios, como candidato presidencial del PRSC, que se alzó con algo menos del 25%, afectó las perspectivas del peledeísmo e Hipólito Mejía terminó imponiéndose.
Lo que facilitó que el PLD se convirtiera en un partido mayoritario fue la muerte del doctor Balaguer, el 14 de julio del 2002. A raíz de la desaparición física del caudillo de Navarrete se produjo una mudanza masiva de reformistas hacia el PLD, convirtiéndose desde entonces en una entidad mayoritaria, conservadora o de derecha.
Es la razón por la cual Leonel Fernández gana el certamen comicial del 2004 con un astronómico 57%, convirtiéndose en heredero de Balaguer y líder indiscutible del PLD y demás sectores conservadores del espectro político nacional, como es el caso particular de la FNP del doctor Marino Vinicio Castillo.
El liderazgo de Leonel Fernández era incuestionable, pero muchos de sus seguidores dieron muestras, desde los tiempos de Balaguer, que su apego al presupuesto de la nación estaba por encima de todo. De ahí que, al llegar al poder político Danilo Medina en el 2012, no le resultara difícil quitarle el PLD a Leonel Fernández. Solo tuvo que distribuir cargos a todos, así como prebendas, privilegios, facilidades y luz verde para la corrupción pública.
Hoy día Danilo Medina está fuera del poder y desacreditado, lo que aprovecha Luis Abinader, que es tan o más conservador que Danilo Medina y Leonel Fernández, para dejar a todos los peledeístas en las instituciones estatales y en los cargos diplomáticos, así como todas las bocinas cobrando en la Cancillería (con sus familiares) y recibiendo contratos multimillonarios por concepto de publicidad. Se trata de una conducta política gubernamental bien estudiada.
Todo indica que los empleados peledeístas y las bocinas comunicacionales están neutralizadas, no así adheridas a Luis Abinaderdefinitivamente, pues solo el futuro se encargaría de confirmar el éxito de esa estrategia. Mientras tanto, conforme a resultados de firmas encuestadoras, Luis Abinader goza de buena aprobación en la población, en gran medida por el trabajo brillante que realiza el Ministerio Público en contra de la corrupción y de la impunidad.
Mientras Luis Abinader tenga aprobación en la opinión pública para nada se preocuparía por la suerte de los militantes del Partido Revolucionario Moderno, hasta el momento desempleados en aproximadamente un 90%, hecho que no tiene precedentes en la historia social dominicana. Es la primera vez que un presidente gobierna sin la gente que lo llevó al poder.
Se confirma, en cambio, que hay tentadoras ofertas a figuras del peledeísmo para que pasen a ocupar puestos estatales y diplomáticos, mientras seguirían los operativos de la Procuraduría General de la República contra otros personajes vinculados a la gestión de Danilo Medina.
Hasta el momento no se ha tocado a ningún miembro de la Fuerza del Pueblo, organización que lidera el expresidenteLeonel Fernández, con quien Luis Abinader mantiene una alianza estratégica desde antes de las elecciones del 5 de julio del 2020. Sin embargo, los expedientes de Diandino Peña, Félix Bautista, Díaz Rúa, Guzmán Fermín, Freddy Pérez, entre otros, están listos, pero se conocerían de último y solo en el hipotético caso de que las circunstancias políticas lo ameriten. Algunos de esos expedientes terminan involucrando a Leonel Fernández, con quien YeniBerenice y Wilson Camacho tienen agradecimiento.
Conocer o no expedientes de personeros de la Fuerza del Pueblo depende de su crecimiento. La propia permanencia de un Ministerio Público independiente también depende de la conducta exhibida en el último tramo de este cuatrienio.
La estrategia de Luis Abinader hasta ahora ha resultado exitosa, pero se trata de un Gobierno que apenas tiene once meses, por lo que habría que esperar la evolución de la situación del PRM, donde se esperan serios problemas internos.
Habría que esperar también la estrategia diseñada por las fuerzas opositoras. Particularmente la dirección del PLD luce perdida, defendiendo corruptos y sin iniciativas que le permitan pasar a la ofensiva, a pesar de disponer de personas en todos los estamentos estatales que pueden filtrar datos importantes.
Leonel Fernández, en cambio, es percibido por muchos como un líder comprometido con el pasado de corrupción y de impunidad, por lo que sus juramentaciones se circunscriben a peledeístas que procuran refugio, como en efecto ha ocurrido con el grueso de miembros del cuerpo diplomático. Al cerrar fila con Fernández han logrado preservar sus cargos.
Sin embargo, no se puede ser gobierno y oposición simultáneamente, porque muchos pasarían factura a Fernández, tal y como le ocurrió a Hipólito Mejía en el PRM por haber mantenido una alianza “estratégica” con Danilo Medina.
En lo que la oposición define sus próximos pasos, los peledeístas(incluyendo a los de la FP que también son percibidos como peledeístas) lucen amarrados con empleos y prebendas ofrecidas por Luis Abinader.