Mucho se sigue debatiendo sobre la conveniencia o no de un acuerdo de los dos principales partidos de la oposición (PLD/LFP), ya sea para las municipales de febrero, o para las congresuales y presidenciales de mayo de 2024, y así poder enfrentar con mayores posibilidades de éxito al partido oficialista PRM.
Algunos opinan que es la única vía que podría impedir que el partido oficialista se alce una vez más con un triunfo contundente en ambos certámenes electorales (Febrero y mayo). Pero esta vez, centrémonos en el nivel presidencial, ya sea con un acuerdo en primera o en segunda vuelta.
Los que descartan la conveniencia de dicho pacto, argumentan que sería un error político imperdonable, pues ello facilitaría un nuevo triunfo en primera vuelta del señor Luís Abinader. Y probablemente tengan la razón de su lado. Veamos por qué.
Si bien es cierto que acudir al certamen electoral de mayo de manera separada, los obliga a ambos a buscar sus propios votos, aun así, según las mediciones más recientes de las firmas encuestadoras Gallup y Mark Penn/Stagewell (las dos que acertaron los resultados del 2020), el Sr. Luís Abinader les ganaría a ambos así estos asistieran unidos. Pero veamos los dos escenarios de manera separada.
No ir a través de un pacto en el que uno de los dos candidatos presidenciales ceda al otro su candidatura, es decir, que el que esté por debajo del otro vaya como candidato a vice, pareciera no estar en los planes del Sr. Abel Martínez, de quién se ha dicho que ha afirmado que su proyecto presidencial trasciende el 2024, y por lo tanto, no está en discusión su participación como candidato presidencial en mayo del 2024.
Descartada esa posibilidad (basada en el supuesto que el Sr. Leonel Fernández efectivamente esté en estos momentos ocupando el segundo lugar en la carrera presidencial), la única apuesta que tendría el PLD, es que el Sr. Luís Abinader no alcance los votos suficientes para ganar en primera vuelta, y así el PLD capitalizar la necesidad de los votos peledeístas por parte de LFP, y obligar al Sr. Fernández a pactar la repartición del gobierno, en caso de un triunfo suyo en segunda vuelta.
El segundo escenario, implicaría que el Sr. Abel Martínez renunciaría a su candidatura para el 2024 (y esperaría hasta el 2028), aceptando uno de dos supuestos: 1. Ir como candidato vicepresidencial junto a Leonel Fernández. Y 2. O simplemente apoyar (En una misma boleta) al Sr. Leonel Fernández como candidato presidencial, junto a otro candidato vicepresidencial escogido de las filas del PLD.
Lo anterior terminaría polarizando las elecciones una vez más, tal como ocurrió en el 2004 (Hipólito / Leonel); en el 2008 (Leonel / Miguel Vargas Maldonado); en el 2012 (Danilo / Hipólito); en el 2016 (Danilo / Luís); y en el 2020 (Luís / Gonzalo); y en todos los casos anteriores, las elecciones se decidieron en primera vuelta (Sólo se perdió la reelección del Sr. Hipólito Mejía).
Así las cosas, se infiere que el escenario para la oposición está cada vez más complicado.
Si van separados, las mediciones indican que el Sr. Luís Abinader vencería ya sea en primera o en segunda vuelta. Y si van unidos, la polarización que esto supondría, es más desventajosa para la oposición, que para el candidato reeleccionista, pues en ese escenario, la oposición podría perder el voto de aquellos militantes del PLD que aún culpan a Leonel Fernpandez de su reciente derrota en el 2020, pero también podrían perder aquellos votantes que nunca votarían por un candidato del PLD.