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domingo, noviembre 24, 2024

Guillermo Moreno: solo alcanza en las encuestas un pobre 0.01 % (OPINION)

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Cuando en agosto de 1996, el Dr. Leonel Fernández se juramentó por primera vez presidente de la República, eligió entre sus funcionarios una variada representación de la sociedad dominicana; a pesar de que el Partido de la Liberación Dominicana, que lo había llevado en su boleta ganadora, contaba con un extenso grupo de profesionales pequeños burgueses que, habían sido su base construcción y crecimiento.

Sin embargo, para una posición tan delicada como Procurador Fiscal del Distrito Nacional, el presidente Fernández no tomó en cuenta ninguno de los duchos doctores en leyes qué militaban o eran amigos públicos del Partido, sino que decidió nombrar al Dr. Guillermo Moreno, a quién muy pocos conocían dentro de las filas de esa organización política.

Muchas de las personas qué, cargamos la inmensa tarea de la fundación y desarrollo de las estructuras políticas de ese partido nos sorprendimos, pero en esa época la disciplina interna era cuestión sagrada, cuestionar una decisión del flamante recién electo mandatario, hubiera sido una insensatez y todos los sorprendidos optamos por aquello de que “es mejor caer en gracia, que ser gracioso”.

Guillermo Moreno

El Dr. Moreno, como todo dominicano tiene derecho a ocupar una posición pública; así como el presidente Fernández actuando de conformidad con la Constitución y las leyes de la República Dominicana, tenía la facultad para designarlo. Nuestros razonamientos no son objeciones personales; nuestros juicios son estrictamente sobre las actuaciones de las personas públicas que desempeñan, o han desempeñado una función pública.

En el año que duró la función del Dr. Moreno como Fiscal del Distrito, con todos los problemas legales que, envuelven una extensa área como la que ocupaba la responsabilidad de su incumbencia, él decidió centrar la atención, esfuerzo y recursos del Estado, en un hecho que si bien merecía aclaración no era menos importante que otros recién acaecidos.

El periodista Orlando Martínez había sido asesinado el 17 de marzo de 1975, 21 años antes de que el Dr. Moreno asumiera el cargo de fiscal; el intelectual y catedrático universitario Narciso González (Narcisazo) había desaparecido en la crisis electoral de 1994, apenas 2 años antes de nuestro incumbente ser designado; sin embargo el caso de Orlando Martínez fue más interesante para nuestro fiscal que la recién desaparición de Narcisazo.

Ahora bien, como el asesinato de Orlando Martínez, en la década de 1970 y más atrás, habían ocurrido crímenes monstruosos que, soliviantaron el ánimo nacional; como fueron aquellos del periodista Gregorio García Castro, en marzo de 1973; la muerte del Ing. Amín Abel Hasbún, el 24 de septiembre de 1970, y el dirigente izquierdista Otto Morales, asesinado en julio de ese mismo año; además, de las decenas de muertes de humildes dominicanos que iba dejando a su paso la “Banda Colorá”.

La lucha desenfocada de la izquierda dominicana a final de la década de 1960 y principios de la de 1970, brindó a sus adversarios políticos la oportunidad para la eliminación física de sus mejores dirigentes; los tentáculos del poder imperial, alcanzaron a los izquierdistas en diferentes lugares del mundo; es así como Maximiliano Gómez (El Moreno) es asesinado en Bruselas, la capital de Bélgica, y menos de un año más tarde Miriam Pinedo es descuartizada y repartida en pedazos en diferentes lugares de esa ciudad europea.

A todo esto, el único crimen que despierta el interés del Dr. Guillermo Moreno es el de Orlando Martínez. A nuestra humilde opinión ¿Qué despierta este interés? Creemos que el Dr. Moreno no tenía ningún deseo de perseguir justicia, ni hacer de la institución que se le había confiado un despacho al servicio de la sociedad dominicana en el orden judicial.

La conveniencia del caso en cuestión, para el Dr. Moreno era netamente política; usó el asesinato del periodista Orlando Martínez como trampolín político, porque este le conducía a “la página en blanco de Memorias de un cortesano en la era de Trujillo” del Dr. Joaquín Balaguer; el expresidente que durante 22 años condujo los destinos de la República Dominicana.

Lo que la ambición política del Dr. Moreno no le dejó ver, fue que ese, a quién él quería humillar y judicializar, era el responsable de que él fuera Fiscal del Distrito, y quién le había designado en el cargo, fuera presidente de la República, o sea el Dr. Leonel Fernández.

El presidente Leonel Fernández actuó oportunamente y no permitió que su subalterno tratara de humillar al expresidente Balaguer que le había brindado su apoyo para convertirlo en el primer mandatario más joven llegado a esa posición en el país hasta el momento.

El Dr. Guillermo Moreno es un político que, solo mueve la aguja de las encuestas de simpatía un pobre 0.01 %, porque aquellos a quienes enfrentó, aún pesan en contra de su sin razón como el lastre inquebrantable de su pasado.

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