El presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidió hoy a las autoridades del sector judicial que actúen «rápidamente» en caso de que llegaran a suscitarse protestas violentas en el país, solo una semana antes de que de la oposición tome las calles para manifestarse en su contra.
«La guarimba (protesta violenta) no puede volver al país, tenemos que garantizar la seguridad y el que intente guarimbear, que actúe rápidamente la ley y para la cárcel, compadre, el que intente guarimbear», dijo el mandatario en un acto de Gobierno transmitido en cadena de radio y televisión.
Durante la última jornada de protestas violentas contra el Gobierno de Maduro, que se extendió por 4 meses de 2017, murieron más de 100 personas y otro millar resultó lesionado.
El Gobierno, en su momento, aseveró que el país sufrió millonarias pérdidas por la caída de la productividad y el comercio que causaron las manifestaciones.
Maduro juró el pasado jueves un nuevo mandato presidencial de 6 años, cuya legitimidad no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional.
El líder chavista venció con holgura en los comicios de mayo pasado, a los que no se presentó el grueso de la oposición por considerarlos fraudulentos y estar inhabilitados sus principales dirigentes.
Por esta razón, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la UE no reconocen la legitimidad de su segundo término, que lo mantendrá en el cargo, al menos, hasta 2025.
Con todo, Maduro volvió a desestimar hoy este desconocimiento y señaló que fue elegido con «las mismas autoridades, los mismos centros de votación (y) las mismas maquinas» que se usaron en los comicios legislativos de 2015, que entregaron el control del Parlamento al antichavismo, desde donde se lanza una ofensiva para desalojarlo del poder.